El estudio GADIS pretende determinar la prevalencia del trastorno de ansiedad generalizada (TAG) y la depresión mayor (DM) en atención primaria y sus repercusiones en el funcionamiento del paciente en Bélgica y Luxemburgo.

Se llevó a cabo un programa de detección selectiva a gran escala en la consulta de médicos generales para detectar a los pacientes con TAG y DM según los criterios del DSM-IV. Recogimos datos adicionales acerca del uso de medicamentos hipnóticos, tranquilizantes, antidepresivos y analgésicos. Las repercusiones en el paciente se evaluaron con la Escala de Discapacidad de Sheehan.

Se pidió a 300 médicos generales en Bélgica y Luxemburgo que hicieran una detección selectiva en 50 pacientes consecutivos. De los 13.677 pacientes analizados, se diagnosticó que el 8,3% tenía TAG y el 6,3%, DM. Se observó comorbilidad en un 4,2% de los pacientes. La prevalencia era mucho más alta en la parte de habla francesa de Bélgica. El TAG y la DM se asociaban con deterioro en el funcionamiento social, familiar y profesional. Sólo una minoría de pacientes con TAG, DM o ambos trastomos recibía tratamiento con un antidepresivo y casi la mitad de los sujetos con TAG, DM o ambos trastomos se trataba con un tranquilizante.

Las tasas de prevalencia del TAG y la DM en la atención primaria en Belgica son comparables a otros países. El TAG y la DM son afecciones incapacitantes. Los antidepresivos se utilizan todavía sólo en una minoróa de sujetos con TAG, DM o ambos trastomos en atención primaria en Bélgica y Luxemburgo. La prevalencia del TAG y la DM parece ser mucho más alta en las partes de habla francesa de Bélgica.

La Ley de Asistencia Mental Obligatoria (LPT) sueca de 1992 pone énfasis en la participación de los pacientes y los familiares en el tratamiento de los pacientes. El propósito de este estudio era comparar las experiencias de los pacientes bajo la LPT con las experiencias de los pacientes conforme a la ley anterior.

Se entrevistó a muestras de 44 pacientes internados y 40 ingresados voluntariamente en 1991 y 49 pacientes internados y 49 ingresados voluntariamente en 1997/1998 en la admisión y en el alta, o después de tres semanas de asistencia.

Hubo proporciones similares de pacientes internados e ingresados voluntariamente, respectivamente, en 1991 y 1997/1998 que comunicaron participación en la planificación del tratamiento y participación de los familiares, y que informaron de privación de libertad, pero más pacientes internados en 1997/1998 comunicaron medidas coercitivas.

Las experiencias de los pacientes difirieron poco entre las ocasiones de estudio. Los própositos fundamentales de la legislación no se han cumplido.

Los estudios han indicado que las mujeres con ansiedad durante el embarazo pueden correr mayor riesgo de depresión postnatal (DPN). Sin embargo, debido a la elevada comorbilidad entre los trastornos de ansiedad y los depresivos, la asociación entre depresión prenatal y depresión postnatal puede confundir este hallazgo. El propósito del presente estudio prospectivo era evaluar si el trastorno de ansiedad (TA) durante el embarazo es un predictor independiente de la intensidad de los síntomas depresivos postnatales.

El estudio de la cohorte MATQUID se realizó en mujeres embarazadas (n = 497) que acudían a una maternidad estatal. Se evaluó el estado psiquiátrico durante el embarazo durante el tercer trimestre utilizando una entrevista diagnóstica estructurada. Se definió los síntomas depresivos postnatales intensos a las 6 semanas postparto por una puntuación > 12 en la Escala de Depresión Postnatal de Edimburgo (EPDS).

Casi una de cada cuatro mujeres (el 24,1%) presentaba al menos un TA durante el embarazo, y 29 (el 5,8%) tuvieron una puntuación > 12 en la EPDS. Después del ajuste para la presencia de depresión mayor durante el embarazo y otros factores de confusión, las mujeres con TA durante el embarazo tenían casi tres veces más posibilidades de presentar síntomas depresivos postnatales intensos (RV = 2,7; IC del 95% = 1,1-6,3; P = 0,03).

Promover el reconocimiento y el tratamiento de los TA en las mujeres embarazadas puede ser interesante para la prevención de la depresión postnatal.

Describir el estado premórbido de la esquizofrenia de inicio temprano (EIT).

Se comparó a 23 adolescentes con EIT con un grupo de control sano (GC) y con un grupo de pacientes anoréxicos (GA). El estado premorbido se estudió por medio de la CBCL y los datos obtenidos se analizaron utilizando ANOVA y la prueba de la t.

Durante el periodo premórbido, la EIT mostró puntuaciones significativamente más altas en todas las escalas en relación con el GC y sólo en algunas (social, problemas de pensamiento y atención, y competencias escolares) en relación con el GA.

Los niños que desarrollan psicosis de primer episodio durante la adolescencia difieren de los niños con desarrollo normal. El estado internalizador premórbido es común al GA, pero las competencias sociales y los problemas escolares son las áreas más afectadas en la EIT cuando se compara el GA. Se plantea la hipótesis de que tanto la EIT como el GA se pueden considerar como la expresión de una vulnerabilidad previa.

Este estudio explora los aspectos psicopatológicos de los trastornos psicóticos agudos y transitorios (TPAT), una categoría diagnóstica introducida con la CIE-10, para dilucidar su relación con la esquizofrenia y las psicosis esquizoafectivas.

Seleccionamos durante un periodo de 5 años a todos los pacientes ingresados consecutivos que cumplían los criterios de la CIE-10 de TPAT (F23) así como a grupos de control con esquizofrenia “positiva” (EP) y trastorno esquizoafectivo bipolar (TEQAB) emparejados en cuanto al género y la edad en el episodio índice. Para la evaluación de los parámetros psicopatológicos durante el episodio índice se utilizó una lista estandarizada de síntomas. Se evaluó también los síntomas prepsicóticos (prodrómicos).

Durante el periodo prepsicótico, se detectaron pocas diferencias entre los grupos. La diferencia más importante entre el TPAT y los otros dos trastornos psicóticos con respecto a la fenomenología de los episodios desarrollados era una frecuencia más alta de “temas delirantes rápidamente cambiantes”, “estado de ánimo rápidamente cambiante” y ansiedad en el TPAT.

El TPAT muestra un cuadro psicopatológico característico compatible con conceptos anteriores, como las psicosis cicloides y la bouffée delirante. Sin embargo, las manifestaciones psicopatológicas solas no son suficientes para establecer el TPAT como una entidad nosológica independiente.

Se sabe que el ambiente familiar es un factor importante parcialmente responsable del curso de los trastornos psiquiátricos. En este estudio, examinamos el contexto familiar de pacientes con trastorno de la conducta alimentaria (TCA) con y sin comportamientos autolesivos (CAL).

Ciento treinta y un pacientes con TCA cumplimentaron una adaptación holandesa de la Escala de Ambiente Familiar ‘Sci Eng 57 (9-B): 1997;5927’. El 47% de ellas mostró al menos una forma de CAL (p. ej., cortarse, quemarse, tirarse de los cabellos, etc.).

Los resultados mostraron una diferencia significativa en el ambiente familiar entre las pacientes con y sin CAL. El ambiente familiar de las pacientes con TCA que se autolesionaban era menos cohesivo, expresivo y socialmente orientado, y más conflictivo y desorganizado que el ambiente familiar de las pacientes sin CAL. No se encontraron diferencias significativas en el ambiente familiar percibido con respecto al número o la forma de CAL y el subtipo de TCA. Tampoco hallamos un efecto de interacción significativo entre el subtipo de TCA y la presencia/ausencia de CAL.

Se invoca con frecuencia las experiencias sociales adversas para explicar la tasa más alta de psicosis entre los grupos emigrantes. El propósito del presente estudio era establecer los factores socioambientales que distinguen a los pacientes psicóticos emigrantes de los pacientes autóctonos.

Realizamos una encuesta transversal que involucró a 341 pacientes psicóticos emigrantes emparejados en cuanto a la edad y el gónero con 341 pacientes psicóticos autóctonos.

Los pacientes emigrantes vivían más a menudo con su familia de origen, estaban inscritos con menos frecuencia con un psiquiatra dé derivación y presentaban una tasa más baja de empleo y un porcentaje más bajo de uso inadecuado de alcohol y de intentos de suicidio.

Nuestros hallazgos aumentan el conjunto creciente de resultados que muestran que es preciso centrar más atención en las variables socioambientales en la investigación de la psicosis. Sin embargo, hay que tener en cuenta varias limitaciones, particularmente con respecto a los sesgos de selección y la edad de comienzo de la enfermedad psicótica.

Nuestros resultados son compatibles con la hipótesis de que el desempleo es un factor parcialmente responsable en el riesgo para la psicosis entre los grupos emigrantes. Las familias de los emigrantes son una piedra angular importante en el proceso de atención sanitaria mental de sus familiares enfermos. Es preciso adaptar nuestros modelos de servicio con el propósito de hacer más fácil el tratamiento para los pacientes emigrantes.

Este estudió estimo los costes de servicio y no de servicio en una muestra aleatoria de pacientes que asistían a un centro psiquiátrico comunitario de salud mental en Italia.

Se incluyó una muestra seleccionada aleatoriamente de pacientes identificados durante una semana de actividad clínica ordinaria. La información se recogió utilizando la lista en lengua italiana Questionario Economico per l ‘attivitá clinica dei Servizi Psichiatrici (QESP). Los costes se clasificaron en dos categorías: costes de servicio (de la próvision de servicios) y costes no de servicio (pérdida de productividad y atención informal).

Se incluyó a 120 pacientes. Los pacientes que sufrían de esquizofrenia y trastornos relacionados (n = 50) tenían una edad media de 44,5 años (DT = 12,9) y los pacientes con otros diagnósticos (n = 70), de 44,9 años (DT = 14,8). En el grupo de esquizofrenia, había más pacientes que estaban solteros, vivían solos, tenían un nivel educativo bajo y una tasa de desempleo más alta. En los pacientes que sufrían de esquizofrenia, el coste mensual de servicio por paciente era casi el doble que para los que tenían otros diagnósticos. Los costes no de servicio asociados con la falta de oportunidades de empleo de los pacientes eran superiores en mas de tres veces para los que tenian esquizofrenia. Los costes no de servicio asociados con el tiempo sin trabajar de los pacientes y los cuidadores eran similares en los dos grupos. En el análisis multivariante, estar desempleado se asociaba con costes de servicio más altos. La edad menor, la duración de la enfermedad y el diagnóstico de esquizofrenia eran determinantes de costes no de servicio más altos. Estas tres últimas variables independientes se asociaban también con los costes globales (de servicio y no de servicio).

El presente estudio estimó los costes de servicio y no de servicio en circunstancias ordinarias para proporcionar información sobre los costes que los servicios psiquiátricos comunitarios, los pacientes y los cuidadores soportan al ocuparse de los problemas psiquiatricos.

El propósito del estudio es examinar en qué medida el público está dispuesto a asignar recursos económicos a la atención de las personas con trastornos mentales.

En 2001, se realizó un estudio representativo entre la población adulta de Alemania (n = 5.025). Se pidió a los respondientes que seleccionaran tres de nueve enfermedades para las que no se debería recortar bajo ningún concepto los recursos disponìbles. Para el análisis de datos, se utilizó desdoblamiento unidimensional múltiple.

Comparado con las enfermedades médicas, los respondientes estaban mucho menos dispuestos a asignar recursos económicos a la atención de personas con trastornos psiquiátricos, estableciendo una clara distinción entre los dos tipos de enfermedades. Aunque la familiaridad con la enfermedad mental tenía el efecto de disminuir la resistencia a gastar dinero para los pacientes psiquiátricos, el respaldo de valores tradicionales la aumentaba.

Nuestros hallazgos apuntan tanto a las posibilidades como a las limitaciones de los esfuerzos dirigidos a reducir la discriminación estructural de las personas con enfermedad mental.

Se ha afirmado a menudo que la capacidad de razonamiento esta deteriorada en las personas con ideas delirantes esquizofrénicas, aunque los datos para ello están lejos de ser convincentes. Este experimento examinó las capacidades de razonamiento analógico de varios grupos de pacientes, incluyendo esquizofrénicos no delirantes y esquizofrénicos delirantes, para poner a prueba la hipótesis de que el rendimiento del grupo esquizofrénico delirante estaría deteriorado.

Se pidió a once esquizofrénicos delirantes, diez sujetos deprimidos, siete esquizofrénicos no delirantes y dieciséis controles no psiquiátricos emparejados a los que se había equiparado en varias variables clave, que resolvieran una tarea de razonamiento analógico.

El rendimiento del grupo esquizofrénico delirante estaba deteriorado sin duda alguna cuando se comparaba con los grupos de control deprimido y no psiquiátrico, si bien lo estaba de manera menos convincente cuando se comparaba con el grupo esquizofrénico no delirante. El deterioro que el grupo esquizofrénico delirante mostraba parecía producirse en la etapa inicial de la tarea de razonamiento.

Se evaluó el tipo particular de deterioro que mostraron los sujetos delirantes en relación con otros problemas cognitivos investigados ya, y se analizó las implicaciones de estos problemas en las tareas de razonamiento y las teorías de las ideas delirantes.

Se ha identificado varios factores de riesgo de la depresión en estudios retrospectivos así como en algunos prospectivos en ancianos. Se necesita confirmación en muestras independientes. El presente estudio de seguimiento investigó prospectivamente los factores de riesgo de la depresión en una muestra alemana de ancianos.

Se estudió de nuevo a 1.431 sujetos procedentes de un estudio familiar después de 4,7 ± 2,5 años. Se utilizaron análisis de regresión logística hacia delante bivariantes y multivariantes para identificar los factores de riesgo del desarrollo de una nueva depresión en los ancianos.

Los factores de riesgo de un nuevo episodio depresivo en 1.408 ancianos sin depresión actual fueron la edad, el género femenino, una depresión anterior, el deterioro subjetivo de la memoria, la ansiedad previa y los trastornos somatomorfos. La presencia de demencia o deterioro cognitivo leve fue un factor de riesgo significativo en el análisis bivariante, pero no en el multivariante, controlando las posibles variables de confusión. Los factores de riesgo de un primer episodio depresivo geriátrico fueron la edad, el género y el deterioro subjetivo de la memoria; la edad fue el único factor de riesgo significativo en el análisis multivariante.

Esta investigatión confirma estudios anteriores de otros países referentes a la pertinencia de los factores de riesgo para la depresión en los ancianos. El conocimiento de los factores de riesgo podría ayudar a identificar a los sujetos con aumento del riesgo de depresión para enfoques de interventión temprana. Los ancianos con antecedentes de depresión tienen el riesgo más alto.

Estudios anteriores han encontrado una relación entre el estrés relacionado con el trabajo y los síntomas depresivos en grupos ocupacionales diferentes, y han hallado que la personalidad puede modificar el riesgo de desarrollar síntomas depresivos. Nosotros pretendimos examinar la asociación de la personalidad y otras condiciones individuales y laborales con los síntomas depresivos.

Una muestra de 498 profesores respondió a un cuestionario acerca de características individuales y laborales, algunas percepciones relacionadas con el trabajo y el deseo de cambiar de empleo. Los síntomas depresivos se midieron por la Escala de Depresión del Centra para Estudios Epidemiológicos (CES-D) y la personalidad se midió por el Inventario del Temperamento y el Carácter( TCI-125).

Los síntomas depresivos se asociaban con el género femenino, la edad, la satisfactión laboral baja, el estrés laboral alto, el deseo de cambiar de empleo, trabajar en una escuela pública, y con puntuaciones más altas en evitación del daño y búsqueda de novedad y puntuaciones más bajas en autodirección.

Nuestros resultados subrayan la influencia de los rasgos de personalidad en el desarrollo de los síntomas depresivos con independencia de otras características individuales y el contexto ocupacional.

Los pacientes con esquizofrenia muestran una frecuencia significativamente más alta de hiperbilirrubinemia que los pacientes que sufren de otros trastornos psiquiátricos y la población general sana. El objetivo del actual estudio fue determinar si los pacientes con hiperbilirrubinemia no conjugada idiopática (síndrome de Gilbert, SG) asociada a la esquizofrenia tienen cambios especificos en las intensidades de señal en imagénes de resonancia magnética (RM) de inversión-recuperación con atenuación de fluido (FLAIR).

Se comparó imágenes de RM FLAIR axiales de 5 mm de grosor de pacientes de esquizofrenia con SG (n = 18) y pacientes de esquizofrenia sin SG (n = 18), diagnosticados todos ellos según los criterios del DSM-IV, con controles no psiquiátricos emparejados por la edad y el sexo (n = 18). Se graduaron las intensidades de señal en el hipocampo, la amígdala, el caudado, el putamen, el tálamo, el giro cingulado y la ínsula en relación con la intensidad de la señal cortical en el lóbulo frontal.

Comparado con los pacientes de esquizofrenia sin SG y los controles normales, los pacientes de esquizofrenia con SG mostraron aumentos significativos de la intensidad de señal en casi todas las regiones estudiadas.

Los pacientes con SG asociado a esquizofrenia tienen cambios específicos de las intensidades de señal en las imágenes de RM FLAIR, indicando que la esquizofrenia con SG produce cambios en la corteza frontotemporal, el sistema límbico y los ganglios basales.