En su reunión celebrada el 27 de noviembre de 1987 en Río de Janeiro, el Consejo de Delegados alienta, en su resolución 4 «Información y difusión del derecho international humanitario como contribución a la paz», a la Comisión sobre la Cruz Roja, la Media Luna Roja y la Paz a «…propiciar todas las medidas oportunas para desarrollar los métodos y medios que permitan dar a conocer y comprender mejor el cometido del Movimiento en favor de la Paz, recordando especialmente la relación que hay entre la difusión del derecho internacional humanitario y de los Principios Fundamentales del Movimiento, por una parte, y el desarrollo de un espirítu de paz, por otra».

A fin de lograr ese objetivo, la Alianza de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja de la URSS, como Sociedad anfitriona, el CICR y la Liga organizaron, en Leningrado, del 10 al 14 de octubre de 1988, un seminario de información y de difusión del derecho internacional humanitario como contribución a la paz, previsto en el programa de conmemoración del 125.° Aniversario del Movimiento.

Dentro de unos días se inaugurará el Museo Internacional de la Cruz Roja. Se trata de un importante acontecimiento en la vida del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, que dispondrá así de un lugar donde hacer revivir elpasado y elpresente del movimiento humanitario más universal que existe.

El artífice de este museo es el señor Laurent Marti, que ha tenido la amabilidad de conceder una entrevista al señor Jacques Meurant, redactor jefe de la Revista, para hablar libremente de «su» museo.

Recordemos que el señor Laurent Marti, natural de Neuchâtel (Suiza), ingresó en el CICR en 1964. Después de trabajar como delegado en el Congo, dirigió las delegaciones del CICR en Oriente Medio (1967, 1970 y 1971), Grecia (visita a los presos políticos: 1968–1969), Bangladesh (1971–1972), Chipre (1974), Líbano (1976) y Chad (1977–1978, 1979, 1980).

La XXV Conferencia Internacional de la Cruz Roja (Ginebra, octubre de 1986) revisó los Estatutos de la Cruz Roja Internacional de 1952, de los cuales la mayor parte de las disposiciones databa incluso de 1928. Para ello, la Conferencia aprobó dos proyectos que le habían sido presentados: uno titulado «Estatutos del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja»; el otro es el Reglamento de dicho Movimiento.

El artículo 5 de los Estatutos del Movimiento versa sobre el Comité Internacional de la Cruz Roja (el CICR). Este artículo no es la reproducción exacta de los antiguos Estatutos de 1952 ni de los artículos que le corresponden en los Estatutos del CICR del 21 de junio de 1973.

La tragedia de los disturbios y tensiones interiores afecta cada vez a más Estados en todo el mundo. Organismos de las Naciones Unidas, instituciones gubernamentales y organizaciones no gubernamentales y, por supuesto, el Comité Internacional de la Cruz Roja han llevado a cabo estudios sobre las situaciones en muchos de esos países. Si nos basamos en esos informes, cabría describir los síntomas de los disturbios y tensiones interiores específicos en esos países. Sin embargo, el presente proyecto se centra en las características generales de los disturbios y tensiones interiores, sin referirse a países en especial, ya que los informes de la situación de cualquier país en particular dan lugar a debates con conflictivas denuncias de hechos. Tales debates nos desviarían de nuestro cometido: lograr un entendimiento de la índole de los disturbios y tensiones interiores y sugerir los remedios necesarios.

Con motivo del 125.° Aniversario del Movemiento International de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, la Sociedad Henry Dunant organizó un coloquio dedicado a los «Precursores inmediatos de la Cruz Roja», que tuvo lugar en Ginebra, del 26 al 28 de octubre de 1988.

Durante tres días, historiadores, teóricos y miembros activos de la Cruz Roja y de otras instituciones académicas y privadas se esforzaron por descubrir o redescubrir a las mujeres y a los hombres que, particularmente en el siglo XIX, manifestaron las mismas preocupaciones que «el Comité de los cinco» con respecto a los militares heridos y enfermos, los prisioneros de guerra, la neutralización de los heridos, del personal y del material sanitarios y la creación de sociedades de socorro permanentes. En resumen, la finalidad del coloquio era calibrar la influencia de esta sensibilidad humanitaria que, el año 1863, cristalizó en la fundación de la Cruz Roja.

Del 24 al 26 de enero de 1988, el presidente del CICR, señor Cornelio Sommaruga, estuvo en Oslo y, del 27 al 29 del mismo mes, en Estocolmo, accediendo así a las invitaciones de las Cruces Rojas Noruega y Sueca y del respectivo Gobierno.

En Noruega, el presidente se entrevistó con los dirigentes de la Cruz Roja Noruega: señor Björn Bruland, presidente, S.A.R. la princesa Sonja, vicepresidenta, señor Odd Grann, secretario general, señor A. Torbjornsen, director del Departamento de Relaciones Exteriores, y señor J. Egeland, encargado de la información. El señor Sommaruga mantuvo también varias reuniones con los siguientes representantes del Gobierno noruego y de la administración pública: señor Gunnar Berge, ministro de Finanzas, señora Gjesteby, secretaria de Estado en el Ministerio de Relaciones Exteriores, y señora E. Nordbo, secretaria de Estado en el gabinete del primer ministro.

La Asamblea del Comité International de la Cruz Roja recibió, en su última sesión del año 1987, a la señora Liselotte Kraus-Gurny como nuevo miembro del Comité.

La seúnora Liselotte Kraus-Gurny es oriunda de Zurich. Doctora en Derecho, trabajó, de 1961 a 1972, en la División Jurídica del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en Ginebra. Los años siguientes, los dedicó a su familia, así como a las tareas políticas municipales y cantonales ginebrinas, desplegando actividades especialmente en el ámbito de la educación y de la formación.

Con el nombramiento de la señora Kraus-Gurny, el CICR, integrado exclusivamente por ciudadanos suizos, tiene actualmente 21 miembros.

El 9 de agosto de 1988 falleció en Florencia, a los 91 años, el embajador Paul Ruegger, que fue presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, de 1948 a 1955, y miembro activo del mismo, de 1955 a 1973. Desde 1973 estaba retirado y vivía en Florencia donde seguía a diario los acontecimientos de la vida international y, más particularmente, los concernientes al CICR del cual era miembro de honor.

Quienes no conocen su obra —sin duda mucha gente de nuestra generación— ignoran posiblemente que ciertos logros considerables en lo humanitario se los debemos a él. Testigo eminente y a menudo actor brillante en las fases históricas de este siglo, condujo con tacto y maestría el destino del CICR en una época particularmente difícil para nuestra Institución.

Desde comienzos del siglo XX hasta nuestros días, se registra una profunda evolución en el derecho international, que se humaniza. Los principales internacionalistas entendieron claramente que este derecho no podía seguir desentendiéndose de la suerte de los seres humanos ni dejar exclusivamente a cargo de los Estados y de las legislaciones internas la tarea de proteger los derechos humanos fundamentales, tanto en tiempo de paz como de conflicto armado.

Durante el peíodo comprendido entre las dos guerras, esta nueva orientación se vio justificada y fuertemente acentuada como consecuencia de las brutales violaciones de todos los derechos humanos cometidas por los Estados totalitarios. La impotencia del derecho internacional quedó en evidencia; se alzaron entonces voces, acompañadas de iniciativas concretas, exigiendo que el derecho internacional se hiciera cargo de la protección de los derechos humanos. La Segunda Guerra Mundial y el período siguiente confirmaron que era indispensable, para la supervivencia misma de la humanidad, adoptar y poner en práctica medidas concretas tendentes a introducir en el derecho internacional un mecanismo eficaz que garantice el respeto y el ejercicio de los derechos humanos fundamentales en el piano nacional.

En la «Estrategia para el desarrollo de las Sociedades Nacionales en el decenio de 1980», adoptada el año 1981, en la Conferencia Internacional de la Cruz Roja celebrada en Manila, el desarrollo se define como «el proceso de consolidación de la capacidad de las Sociedades Nacionales para que presten servicios de la Cruz Roja basados en recursos nacionales. Así pues, se refiere tanto al desarrollo de las estructuras operacionales de las Sociedades Nacionales como al desarrollo de los servicios que presten dichas Sociedades».

Las opiniones expuestas en este artículo se basan en esta definición fundamental del proceso de desarrollo en el contexto de la Cruz Roja, que la Cruz Roja Danesa considera aún válida independientemente de las experiencias adquiridas al intentar poner en práctica dicha Estrategia. Es importante resaltar dos puntos: que el desarrollo debe entenderse como un proceso —y no como un hecho aislado— y que debe aplicarse un planteamiento integral al desarrollo de las Sociedades Nacionales, que incluya tanto el apoyo de las estructuras central y regional como de los servicios a la comunidad.

El señor Otto Stich, presidente de la Confederación Helvética, visitó, el 11 de agosto de 1988, la sede del Comité Internacional de la Cruz Roja.

El señor Otto Stich fue recibido por el presidente del CICR, señor Cornelio Sommaruga, miembros del Comité y cuadros superiores de la Institución.

En su discurso de bienvenida, el señor Cornelio Sommaruga señaló la importancia del generoso apoyo que el pueblo suizo y sus más altas autoridades prestan, con regularidad, al CICR. Recordó asimismo la universalidad de los Convenios de Ginebra, el carácter helvético y neutral del CICR y la importancia que esta Institución ginebrina atribuye a su independencia para llevar a cabo su política humanitaria.

En su respuesta, el señor Otto Stich reafirmó la pertinencia del apoyo moral y financiero que la Confederación presta al trabajo de los delegados del CICR y el interés que tiene en que éstos puedan continuar su labor y difundir, en todo el mundo, el espíritu de los Convenios de Ginebra, el respeto del individuo y una imagen positiva de Suiza.

Del 6 al 14 de diciembre de 1987, el señor Cornelio Sommaruga, presidente del CICR, efectuó una visita oficial a Japón.

El presidente, acompañado por los señores Hans Spiess, delegado honorario del CICR en Japón, Peter Küng, jefe de la delegación zonal (Extremo Oriente), y Cédric Neukomm, delegado encargado de la difusión y de la cooperación para Asia, asistió, en un principio, a un simposio acerca del tema «From small peace to large peace» (De una paz menor a una paz mayor), organizado por la Cruz Roja Japonesa en colaboración con el canal de televisión NHK y el periódico Asahi Shimbun y con el apoyo de la Unión de Bancos Suizos.

Ya está presente en la opinión pública internacional el 125.° Aniversario de la Cruz Roja Internacional, acontecimiento importante en la evolución del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

En general, cuando celebramos un aniversario miramos hacia atrás en la historia para comprender y evaluar mejor el presente y prever el futuro. En este caso, es de suma importancia, ya que el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja es una de las manifestaciones más significativas del humanismo y del reconocimiento de la sociedad y de la dignidad humana en tanto que valor supremo en este mundo, y del deseo de evitar los sufrimientos humanos o de aliviarlos, así como de preservar la vida y la salud del hombre.

La historia del Movimiento está íntimamente relacionada con la lucha de los pueblos contra la violencia, la arbitrariedad y los males de la guerra. Este movimiento nació en el campo de batalla como expresión de la compasión y de los sentimientos caritativos por las víctimas de la guerra.

A estas alturas de la discusión acerca del desarrollo dentro del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, me ceñiré a hacer algunas observaciones generales y concluiré con una definición de lo que es, a mi parecer, el desarrollo y una interpretación de sus principales aspectos.

Este enfoque general podría incrementar el interés en el tema y proporcionar un punto de partida para la formulación de estrategias de desarrollo y planes operativos.

Hay un creciente interés dentro de los principales componentes del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en emprender una planificación integral del desarrollo.

Este interés en el desarrollo refleja la necesidad de adaptar la labor del Movimiento a las necesidades actuales para garantizar óptimos resultados organizativos y operativos y para ayudar a reducir la ostensible disparidad de los niveles de desarrollo de sus miembros.

El 16 de marzo de 1988, el señor Julio María Sanguinetti, presidente de la República Oriental del Uruguay, visitó la sede del Comité International de la Cruz Roja.

Fue recibido por el presidente del CICR, señor Cornelio Sommaruga, a quien acompañaban miembros del Comité y directivos de la Institución. También asistió a la reunión el señor Pär Stenbäck, secretario general de la Liga de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

El señor Sanguinetti abordó, durante su entrevista privada con el señor Sommaruga, diversas cuestiones de índole humanitaria.

Durante su visita, acompañaron al presidente del Uruguay, entre otros, el señor Luis Barrios Tassano, ministro de Relaciones Exteriores, y el señor José María Araneo, embajador y representante permanente del Uruguay ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra.

El Museo Internacional de la Cruz Roja fue inaugurado el 29 de octubre de 1988, en presencia de representantes de las autoridades federales y cantonales suizas, de miembros de las Misiones Permanentes ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra y de representantes del CICR, de la Liga y de numerosas Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

Tras doce años de continuos esfuerzos, el Museo, cuya finalidad inicial era proporcionar a la Cruz Roja y a la Media Luna Roja un medio para darse a conocer mejor, recaudar fondos y motivar a la juventud, está destinado no sólo a ser testimonio de la formación y de la expansión del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, sino también rendir homenaje al humanitarismo a lo largo de los siglos. Como puso de relieve el presidente de la Confederación Suiza, señor Otto Stich, que cortó la cinta de inauguración, el Museo Internacional de la Cruz Roja es «el testigo del gesto humanitario, de la palabra y de la mirada que, en las guerras, los desastres y la brutalidad, ayudan y salvan».

1.1. Podemos decir, por experiencia, que el concepto enunciado en el documento «Estrategia para el desarrollo de las Sociedades Nacionales durante el decenio de 1980», nos ha servido como referencia para la preparación de nuestros planes generates 1980—1985, 1982—1986 y 1987—1990.

1.2. Sin embargo, debemos destacar que, antes de la aprobación de dicho documento por la XXIV Conferencia Internacional de la Cruz Roja en Manila, el año 1981, ya se había considerado el tema en la XI Conferencia Interamericana en Río de Janeiro (Brasil, 1979), en la resolución n.° 4 con un documento titulado «Plan de desarrollo quinquenal de la Cruz Roja en América 1980—1984».

En su última reunión, celebrada los días 28 y 29 de septiembre, la Asamblea del Comité Internacional de la Cruz Roja nombró al señor Jacques Moreillon miembro del Comité. Este nombramiento entrará en vigor el próximo 1 de noviembre de 1988, fecha en que el señor Moreillon cesa en su actual cargo de director general del CICR.

El señor Jacques Moreillon es licenciado en Derecho y doctor en Ciencias Políticas. Empezó a prestar servicios para el CICR el año 1963, cuando redactaba su tesis sobre «E1 CICR y los detenidos políticos». Después, efectuó más de 200 misiones en unos 70 países: en particular, fue delegado en la India y en Vietnam, jefe de delegación en Siria (1967) y en Israel (1969–1970), delegado zonal en América del Sur y delegado general para África. Desde 1975, ha desempeflado sucesivamente los cargos de director del Departamento de Doctrina y Derecho, de director para Asuntos Generales y, por último, de director general. A partir del 1 de noviembre de 1988, el señor Moreillon desempeñará el cargo de secretario general de la Organización Mundial del Movimiento Scout.

• El jefe del Departamento Federal Suizo de Asuntos Exteriores, señor René Felber, acompañado por su esposa, visitó, el 7 de noviembre de 1988, la sede del Comité Internacional de la Cruz Roja, donde fueron recibidos por el presidente, señor Cornelio Sommaruga.

El presidente del CICR, tras agradecer al consejero federal el tradicional apoyo de la Confederation al CICR, pasó revista a las actividades de la Institución en todo el mundo.

Durante esta visita de información general sobre el CICR, que estuvo precedida por una visita al Museo Internacional de la Cruz Roja, acompañaron al señor Felber el embajador Franz Muheim, director de la Dirección de Organizaciones Internationales del Departamento Federal de Asuntos Exteriores, y el señor Rudolf Schaller, secretario general de este Departamento.

Dado el inminente cese del señor Jacques Moreillon, director general, la Asamblea del Comité International de la Cruz Roja, órgano supremo de la Institución, decideó en su reunión del 30 de junio de 1988, que habrá nueva estructura de la Dirección del CICR y procedió a los correspondientes nombramientos.

La Dirección, hasta ahora integrada por un director general y un director de Actividades Operacionales, estará integrada, a partir del 1 de septiembre de 1988, por seis miembros encargados de uno de los siguientes departamentos:

Departamento de Actividades Operacionales: señor André Pasquier

Departamento de Apoyo Operational: señor Michel Convers

Departamento de Doctrina, Derecho y Relaciones con el Movimiento: señor Yves Sandoz

Departamento de Finanzas y Administración: señor Jacques Hertzschuch

Departamento de Recursos Humanos: señor Philippe Dind

Departamento de Comunicación: señor Alain Modoux.