Como recuerda Françoise Perret en su estudio sobre la acciôn del CICR en Hungría, 1956 fue ante todo el año de la desestalinización, iniciada por el famoso informe de Kruschov ante el XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética. Este acontecimiento cambió el curso de la historia del siglo XX y la insurrección que estalló en octubre de 1956 en Budapest fue una consecuencia directa de é En «a acciódel CICR en Hungría» Françoise Perret, encargada de investigaciones en el CICR, describe la operació del CICR durante esos dramáticos dís vividos por Hungrí. Desde entonces, la historia ha cambiado una vez mé de rumbo con la caída del régimen comunista en 1989.

Aúm resonaban los disparos en Budapest cuando estalló la guerra en Oriente Próximo. En su segundo estudio, Françoise Perret analiza «La acción del CICR durante el conflicto de Suez de 1956». La situación en Oriente Próximo también se ha transformado profundamente desde entonces

En julio de 1621 varios regimientos del ejército sueco se reunieron en Årsta Meadow, al sur de Estocolmo, para ser transportados en barco al mar Báltico, donde iban a enfrentarse con las fuerzas rusas que habían invadido las provincias al principio del verano.

El fomento de la aplicación, de la difusión y del respeto del derecho internacional humanitario figura hoy, más que nunca, entre las medidas indispensables para prevenir los graves ataques que se perpetran contra la vida y la dignidad humanas en tiempo de conflicto armado. Las organizaciones internacionales zonales cumplen con un importante compromiso al respecto. Por otra parte, dichas organizaciones incluyen en sus programas o suelen abordar en sus deliberaciones los socorros de urgencia y muchas otras cuestiones de índole humanitaria, como la problemática de las personas desplazadas, las minas terrestres antipersonal o incluso la seguridad del personal de las organizaciones humanitarias.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre los asentamientos humanos (HÁBITAT II) tuvo lugar en Estambul, del 3 al 14 de junio de 1996. En nombre del CICR, Jacques Forster, miembro del Comité, hizo una declaratión titulada La supervivencia de la población civil en la guerra. La Revista publica pasajes de esa declaratión.

Los gobiernos, mediante las leyes que promulgan, pueden desempefiar un papel fundamental a la hora de posibilitar que la Cruz Roja o la Media Luna Roja de su país preste asistencia a las personas más vulnerables dentro y fuera de las fronteras nacionales.

El Fondo Maurice de Madre (en adelante, el Fondo) fue instituido gracias a la generosidad del conde del mismo nombre, fallecido en 1970. De conformidad con su última voluntad, el Comité Internacional de la Cruz Roja heredó parte de sus bienes, que debe utilizar según las disposiciones del testamentario.

El Fondo francés Maurice de Madre consiste en la propiedad legada al Comité Internacional de la Cruz Roja, por voluntad del Conde Maurice de Madre, que falleció el 25 de diciembre de 1970.

Los emblemas de la cruz roja o de la media luna roja ocupan un lugar muy importante en el derecho internacional humanitario. En efecto, el emblema es, en tiempo de guerra, la manifestatión visible de la protección que en los Convenios de Ginebra de 1949 y en sus Protocolos adicionales de 1977 se confiere al personal sanitario y a las unidades y medios de transporte sanitarios.

— los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 y sus Protocolos adicionales del 8 de junio de 1977; así como el Anexo I del Protocolo adicional I por lo que atañe a las normas relativas a la identification de las unidades y de los medios de transporte sanitarios;

Al ratificar los Convenios de Ginebra de 1949, Suiza se comprometió a completar consecuentemente su legislatión. La revisión del Código Penal Militar suizo de 1950 fue una medida rápida, pero poco entusiasta. Solo mediante una revisión posterior, que entró en vigor el 1 de marzo de 1968, se adaptó completamente el derecho national a las exigencias de los Convenios:

— El campo de aplicación de las sanciones penales nacionales se extendió a todos los conflictos armados en el sentido de los convenios internacionales.

El 8 de julio de 1996, la Corte Internacional de Justicia emitió su dictamen consultivo sobre dos peticiones relativas a la cuestión de la licitud de la amenaza o del empleo de armas nucleares. La Corte no entró en materia en relación con la petición formulada por la Organización Mundial de la Salud pero examinó, en cambio, con gran atención la solicitud presentada por la Asamblea General de las Naciones Unidas:

¿Permite el derecho internacional humanitario recurrir a la amenaza o al empleo de armas nucleares en todas las circunstancias?

La República de Palau se adhirió, sin hacer ninguna declaración ni reserva, el 25 de junio de 1996, a los Convenios de Ginebra de 1949 y a sus Protocolos adicionales relativos a la protección de las víctimas de los conflictos armados intemacionales (Protocolo I) y no intemacionales (Protocolo II), aprobados en Ginebra el 8 de junio de 1977.

La República Democática de Santo Tomé y Príncipe se adhirió, sin hacer ninguna declaración ni reserva, el 5 de julio de 1996, a los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, relativos a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales (Protocolo I) y no internacionales (Protocolo II), aprobados en Ginebra el 8 de junio de 1977.