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El Emblema de la Cruz Roja. Reseña histórica
Published online by Cambridge University Press: 29 January 2010
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El señalamiento de las ambulancias y de los hospitales militares es muy antiguo; sin embargo, hasta mediados del siglo XIX, cada país empleaba, para esto, una bandera de color diferente: bianco en Austria, rojo en Francia, amarillo en España y en los Estados Unidos, negro en otros lugares. Estos emblemas se conocían generalmente mal, de manera que apenas se les respetaba: ocurría a menudo que la artillería disparaba contra las ambulancias, que la metralla caía sobre furgones que transportaban a heridos y que nada señalaba su carácter pacífico.
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- Copyright © International Committee of the Red Cross 1977
References
page 167 note 1 Los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, Madrid, CICR, 1970, pág. 43Google Scholar; Manual de la Cruz Roja Internacional, undécima edición, Ginebra, CICR-Liga de Sociedades de la Cruz Roja, 1975, pág. 48Google Scholar; The Laws of Armed Conflicts, a collection of Conventions, Resolutions and Other Documents, edited by Dietrich, Schindler, and Jiri, Toman, SijthoffLeiden, A. W. Leiden, A. W., and Geneva, Henry Dunant Institute 1973, pág. 310Google Scholar; Unidas, Naciones, Recueil des Traités, vol. 75, pág. 57Google Scholar.
page 167 note 2 De conformidad con el uso, utilizamos la grafia «cruz roja» con letras minusculas cuando se trata del emblema, reservando la denomination «Cruz Roja», con letras mayusculas, para designar la institución de la Cruz Roja. Sin embargo, mantenemos en las citas la grafia original cuando difiere del uso establecido.
page 168 note 1 «Documents inédits sur la fondation de la Croix-Rouge, Procès-verbaux du Comité des Cinq»: en Revue Internationale de la Croix-Rouge, núm. 360, diciembre de 1948, págs. 861 a 879; pág. 866 (subrayado por nosotros)Google Scholar.
page 168 note 2 Compte rendu de la Conférence Internationale réunie à Genève les 26, 27, 28 et 29 octobre 1863 pour étudier les moyens de pourvoir à l'insufflsance du service sanitaire dans les armées en campagne, segunda edición, Ginebra, CICR, 1904, pág. 17Google Scholar.
3 Idem, pág. 93.
4 Idem, pág. 93.
5 Idem, págs. 93 y 94.
6 Es verosimil que se quisiera evitar todo riesgo de confusión con la bandera blanca de parlamento. Sobre el origen del signo de la cruz roja, se remite a los estudios del señor Pictet, Jean S.: El signo de la Cruz Roja, Ginebra, CICR, 1949Google Scholar; señor Frutiger, Perceval, «L'Origine du Signe de la croix rouge» en: Revue Internationale de la Croix-Rouge, núm. 426, junio de 1954, págs. 456 a 467Google Scholar; señor Dunant, Maurice: «Les Origines du drapeau et du brassard de la Croix-Rouge» en: La Croix-Rouge Suisse, XXX año, núm. 1, 1 de enero de 1922, págs. 2 a 5Google Scholar; señor Boissier, Pierre: Histoire du Comité international de la Croix-Rouge, De Solférino à Tsoushima, Paris, Plon, 1963, en particular págs. 105 y 106Google Scholar.
7 Compte rendu… 1863, pág. 94Google Scholar.
8 Idem, pág. 95.
9 El texto de las resoluciones y de los deseos expresados se reproduce en: Compte rendu… 1863, págs. 116 a 118Google ScholarPubMed; Manual de la Cruz Roja Internacional, págs. 385 a 387Google Scholar; The Laws of Armed Conflicts, págs. 199 a 201Google Scholar.
10 Compte rendu… 1863, pág. 117Google ScholarPubMed.
11 Idem, pág. 118.
12 Compte rendu de la Conference Internationale pour la Neutralisation du Service de Santé Militaire en campagne, réunie à Genève du 8 au 22 août 1864 (autografiado), Annexe A, article 9; De Martens, : Nouveau Recueil général de Traités, vol. XX, págs. 375 a 399Google Scholar.
13 Compte rendu… 1864, pág. 25Google ScholarPubMed.
14 Idem, Anexo B, articulo 7. Veanse tambien: Manual de la Cruz Roja International, pág. 14Google Scholar; The Laws of Armed Conflicts, págs. 203 y siguientesGoogle Scholar.
15 Véase: Protocole de la Conférence Internationale réunie à Genève en Octobre 1868, Ginebra, Imprenta Fick, 1868Google Scholar.
16 Véanse: Actes de la Conference de Bruxelles (1874), Bruselas, Imprenta del Moniteur Beige, 1874Google Scholar.
17 Es cierto que, en ambos casos, los delegados de Turquia parece que se presentaron con cierto retraso y no pudieron, por ello, asistir más que a parte de las deliberaciones.
18 The Laws of Armed Conflicts, pág. 206Google Scholar.
19 Véase: Bulletin International des Sociétés de Secours aux Militaires Blessés, núm. 29, enero de 1877, págs. 35 a 37Google Scholar.
20 Idem. pág. 36.
21 Véase: Bulletin International…, núm. 30, abril de 1877, págs. 39 a 47Google ScholarPubMed.
22 Ibidem.
23 Idem, pág. 39 (subrayado por nosotros).
24 Idem, pág. 40 (subrayado por nosotros).
26 Bulletin International…, núm. 30, abril de 1877, págs. 41 a 47 y núm. 31Google ScholarPubMed, julio de 1877, págs. 83 a 91.
26 Bulletin International…, núm. 30, pág. 42Google ScholarPubMed.
27 Bulletin International…, núm. 31, julio de 1877, págs. 83 y 84Google ScholarPubMed.
28 Bulletin International…, núm. 30, abril de 1877, págs. 43 y 44 (subrayado en el original.)Google ScholarPubMed
29 Idem, pág. 44.
30 Idem, pág. 45.
31 Bulletin International…, núm. 31, julio de 1877, pág. 89Google ScholarPubMed.
32 Véase: Dépêche du Conseil fédéral à la Sublime Porte, 2 de junio de 1877, en Bulletin International…, num. 31, julio de 1877, págs. 90 y 91Google ScholarPubMed.
33 Parece exagerado afirmar que el CICR reconociera oficialmente a la Sociedad otomana de socorros a los heridos y a los enfermos militares en 1877; de hecho, el CICR se alegró de la reconstitución de la Sociedad otomana y aceptó entrar en relaciones con la misma, aunque comprobando que la adopción de otro signo diferente al del Convenio de Ginebra colocaria a dicha Sociedad en una situacion irregular.
Por lo que sabemos, no fue sino en la IV Conferencia International de la Cruz Roja, celebrada en Karlsruhe el ano 1887, donde el CICR recibió el encargo de notificar a las Sociedades nacionales existentes la constitución de otras nuevas, tras haber verificado las bases sobre las cuales se habían fundado. Véase: Compte rendu de la Quatrième Conférence internationale de la Croix-Rouge, Karlsruhe, 1887, págs. 19 y 20 y 87 a 102Google Scholar. Véase Capítulo II más adelante.
34 Protocole de la Conférence internationale réunie à Genève en octobre 1868, Ginebra Imprenta Fick, 1868, págs. 51 a 54Google Scholar; The Laws of Armed Conflicts, págs. 207 y siguientesGoogle Scholar.
35 The Laws of Armed Conflicts, págs. 207 y siguientesGoogle Scholar.
36 III Convenio de La Haya de 1899; véanse Conference Internationale de la Paix, La Haye 18 mai-29 juillet 1899, Ministère des Affaires Etrangères, Nueva Edition, La Haya, Martinus Nijhoff, 1907, primera parte, Annexe, págs. 16 a 18Google Scholar; The Laws of Armed Conflicts, págs. 211 y siguientesGoogle Scholar.
37 Conférence Internationale de la Paix, 1899, tercera parte, págs. 4 a 6, 54 y 55 y 59 a 60Google Scholar.
Que sepamos, la cuestión del emblema no se evocó en sesión plenaria; Véase: Conférence Internationale de la Paix, 1899, primera parte, págs. 18 a 21Google Scholar.
38 Idem, tercera parte, pág. 60.
39 El señor Edouard Odier era, asimismo, secretario y miembro del CICR; pero fue, en su calidad de delegado del Consejo Federal, como participó en las Conferencias de la Paz, pues el CICR n o tuvo representación en las mismas.
40 Idem, tercera parte, pág. 6.
41 Ibidem.
42 The Laws of Armed Conflicts, págs. 211 a 215Google Scholar.
43 Actes de la Conférence de Révision réunie à Genève du 11 juin au 6 juillet 1906, Ginebra, Imprenta Henry Jarrys, 1906, pág. 17Google Scholar.
44 Idem, pág. 63.
45 Ibidem.
46 15 de junio de 1906. Véanse Actes 1906, págs. 160 a 163Google Scholar.
47 Idem, pág. 161 (el Delegado holandés se pronunció e n favor de la sustitución del término «bandera» por el de «emblema»; de hecho, se dan casos en que una placa rígida es más visible que u n a bandera; esta propuesta fue aceptada por la Comisión).
48 Idem, pág. 162.
49 Ibidem.
50 Turquía, aunque invitada a participar en la Conferencia, no envió delegación.
51 Actes 1906, pág. 162Google Scholar.
52 Ibidem.
53 Ibidem.
54 Ibidem.
55 Ibidem. Algunos autores atribuyen gran importancia al hecho de que no hubiese, propiamente hablando, votación; afirman, oponiéndose al Relator de la Comisión, que el Presidente de la IV Comisión registró sencillamente el hecho de que ningún delegado pidió la palabra.
Conviene destacar que, en aquella época, las conferencias diplomáticas recurrían menos a procedimientos que hoy; en general, no se procedia a realizar una verdadera votación más que en el caso en que fuese solicitada por una o varias delegaciones; si así no era, la votacion se daba por hecha mediante el registro de la ausencia de oposición. Pero, con ello, mediante el mismo procedimiento se manifestaba un acuerdo de voluntad, y eso era lo esencial.
Por lo demás, esta práctica se ha vuelto a admitir en el ámbito de las Naciones Unidas; se llama «consenso»; así la «Declaración sobre los principios de derecho internacional referentes a las relaciones de amistad y a la cooperación entre los Estados…» fue aprobada sin votación por la Asamblea General (Resolución 2625 (XXV) 1970 de la AG).
56 Actes 1906, págs. 162 a 163Google Scholar.
57 18 de junio de 1906: Idem, pág. 175.
58 Actes 1906, pág. 260Google Scholar.
59 Ibidem.
60 Idem, pág. 214.
61 Idem, pág. 286; The Laws of Armed Conflicts, pág. 228Google Scholar.
62 Adas 1906, pág. 292Google Scholar.
63 The Laws of Armed Conflicts, pág. 233Google Scholar.
64 Ibidem; véase De Martens: Nouveau Recueil général de Traités, tercera serie, tomo II, pág. 620Google Scholar.
65 The Laws of Armed Conflicts, pág. 233Google Scholar; véase Soctété des Nations — Recueil des Traités, vol. 19, pág. 292, y vol. 31, pág. 262Google Scholar.
66 Deuxième Conférence internationale de la Paix, La Haye, 15 juin-18 octobre 1907, Actes et Documents, tome III (Deuxième, Troisième et Quatrième Commissions) Ministère des Affaires Etrangères, La Haya, Imprenta National, 1907, pág. 292Google Scholar.
67 Idem, págs. 556 y 557.
68 Idem, pág. 558.
69 Idem, pág. 559.
70 Ibidem.
71 Ibidem (subrayado en el original).
72 Ibidem.
73 16 de julio de 1907. Véase Deuxième Conférence Internationale de la Paix, tomo III, págs. 296 a 299Google Scholar.
74 Idem, págs. 296 a 299.
76 Idem, págs. 298 y 299.
76 Deuxième Conférence Internationale de la Paix, La Haye, 15 juin-18 octobre 1907, Actes et Documents, tomo I (seances plenieres de la Conference), Ministère des Affaires Etrangères, La Haya, Imprenta Nacional, 1907, págs. 66 a 68Google Scholar.
77 Idem, pág. 66.
78 Idem, págs. 66 y 67.
79 Idem, pág. 67.
80 Ibidem.
81 Idem, pág. 68.
82 X Convenio de La Haya del 18 de octubre de 1907.
83 Deuxième Conférence Internationale de la Paix, tome I, pág. 722Google Scholar; The Laws of Armed Conflicts, págs. 241 y 242Google Scholar.
84 The Laws of Armed Conflicts, págs. 241 y 242Google Scholar.
86 Ibidem.
86 Véase el discurso de clausura del Presidente de la Conferencia: Actes 1906, págs. 270 a 272Google Scholar, y, en particular, pág. 271: «L'unité de l'emblème du service sanitaire des armées a été maintenue…» (La unidad del emblema del servicio sanitario de los ejércitos se ha mantenido…)
87 Actes… 1906, pág. 162Google Scholar.
88 Deuxième Conférence Internationale de la Paix, tomo I, págs. 659 y 660Google Scholar; The Laws of Armed Conflicts, pág. 237Google Scholar.