La XXIII Conferencia Internacional de la Cruz Roja se celebró en Bucarest, del 15 al 21 de octubre de 1977, con la asistencia de unos 700 delegados, representantes de 104 Sociedades nacionales de la Cruz Roja, del CICR, de la Liga y de 83 Gobiernos. También se invitó a observadores de organizaciones gubernamentales y no gubemamentales para que siguieran los trabajos de la asamblea. Presidió la Conferencia el general Constantin Burada, presidente de la Cruz Roja Rumana.

La destructión de la unidad y de la integridad de la familia, el elemento natural y fundamental de la sociedad, de conformidad con el artículo 16 (3) de la Declaratión Universal de Derechos Humanos, de 1948, es una de la consecuencias más trágicas de los conflictos armados. Asimismo, en tiempo de paz, la amenaza a la unidad e integridad de la familia es una de las formas eficaces e inhumanas de presión sobre hombres y mujeres, que ejercen los gobiernos para obtener el dominio de los pueblos. Es conveniente recordar, al respecto, que uno de los objetivos del Derecho de las Naciones es poner en práctica, mediante limitaciones adecuadas y supervisión international de la soberanía interna de los Estados, el principio de que la protectión de la persona humana y de los derechos fundamentales es el propósito esencial del Derecho national e international.

La XXIII Conferencia Internacional de la Cruz Roja,

reconociendo la alta signification que tienen, para la Cruz Roja, los Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos adicionales,

subrayando la plena adhesión de la Cruz Roja a los principios fundamentales adoptados por la XX Conferencia Internacional de la Cruz Roja (Viena, 1965),

Desde el comienzo, los Comités Centrales de las Sociedades de socorros a los militares heridos solían corresponder entre ellos, bien directamente, bien por mediatión del Comité Internacional. ¿ No consistía precisamente la originalidad de la Institutión en la comunidad de intereses que, por encima de las fronteras, unía a las Sociedades nacionales en un mismo impulso de solidaridad?

Pero la extensión de la obra superó bien pronto el círculo de los Estados cuyos súbditos habían participado en la Conferencia de 1863; nuevas sociedades se formaron en la Europa Balcánica, en Asia y en el Nuevo Mundo.

El señalamiento de las ambulancias y de los hospitales militares es muy antiguo; sin embargo, hasta mediados del siglo XIX, cada país empleaba, para esto, una bandera de color diferente: bianco en Austria, rojo en Francia, amarillo en España y en los Estados Unidos, negro en otros lugares. Estos emblemas se conocían generalmente mal, de manera que apenas se les respetaba: ocurría a menudo que la artillería disparaba contra las ambulancias, que la metralla caía sobre furgones que transportaban a heridos y que nada señalaba su carácter pacífico.

Finalizada la primera guerra mundial, el CICR propuso que se aprovechasen las experiencias hechas durante el conflicto para llevar a cabo una nueva revisión del Convenio de Ginebra; por consiguiente, hizo inscribir esta cuestión en la agenda de la Décima, depués de la Undécima Conferencia Internacional de la Cruz Roja; estas dos Conferencias se celebraron en Ginebra los años 1921 y 1923.

En 1907, los artículos 1, 2 y 3 del Reglamento de La Haya establecieron una línea de demarcatión entre combatientes regulares y no regulares. Estas disposiciones fueron completadas por el artículo 4 del III Convenio de Ginebra de 1949, los artículos 13 y 14 del I Convenio de Ginebra de 1949 y por los artículos 12 y 16 del II Convenio de Ginebra de 1949. Todas juntas estas disposiciones constituyen el derecho relativo a esta materia.

El 10 de junio de 1977, viernes, finalizó en el Centro Internacional de Conferencias de Ginebra, con la firma del Acta Final, el cuarto y último período de sesiones de la Conferencia Diplomática sobre la reafirmación y el desarrollo del derecho internacional humanitario aplicable en los conflictos armados, convocada cuatro años antes por el Consejo Federal suizo.

El Instituto Internacional de Derecho Humanitario de San Remo, organizó, del 30 de agosto al 4 de septiembre pasados, una IV Mesa Redonda sobre los problemas actuales del derecho internacional humanitario.El señor Jean Pictet, vicepresidente del Comitñ Internacional de la Cruz Roja, pronunció el discurso inaugural del que reproducimos aquó algunos pasajes.

El presidente del CICR, señor Alexandra Hay, estuvo en Atenas del 29 de septiembre al 2 de octubre, invitado por la Cruz Roja Helénica, para asistir a los actos de conmemoración del centenario de esa Sociedad nacional. Le acompañóel se ñor M. Borsinger, delegado general del CICR para Europa.

Tras cierto número de consultas y de reuniones preparatorias, la Conferencia Diplomática sobre el derecho humanitario, convocada por el Consejo Federal suizo y presidida por el señor Pierre Graber, consejero federal, celebrará pronto en Ginebra su cuarto período de sesiones. Se tratará, para los participantes, en colaboración con expertos del CICR, de continuar y concluir el examen de los dos Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra de 1949, que se refieren el uno a los conflictos armados internacionales y el otro a los conflictos armados no internacionales; por último, una Comisión especial estudiará propuestas de reglas relativas al empleo de ciertas armas llamadas clásicas (o convencionales).

A finales del año en curso, el Comité Internacional de la Cruz Roja se despidió del señor Jean-Georges Lossier, redactor de la Revista Internacional de la Cruz Roja desde 1946 y redactorjefe desde 1955. Habiendo alcanzado el límite de edad, deja una obra a la que dedicó lo mejor de sus energías, durante treinta y seis años.

El presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, señor Alexandre Hay, estuvo en Damasco, del 21 al 24 de junio, donde fue recibido por el señor Hafez el Assad, presidente de la República Árabe Siria. Mantuvo también entrevistas con el señor Abdel Halim Khaddam, viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores, con el general Mustafá Tlass, ministro de Defensa, con el doctor Madani al-Khyami, ministro de Sanidad, y con el señor Abdallah al-Ahmar, secretario general adjunto del partido Baath.

En fecha 23 de agosto de 1976, con su circular núm. 502, el ComitéInternacional de la Cruz Roja tuvo el honor de invitar a los Comités Centrales de las Sociedades nacionales a que presentaran los nombres de las enfermeras y auxiliares voluntarias de la Cruz Roja que considerasen califlcadas para recibir la Medalla Florencia Nightingale. Esta invitatión aludía al artículo primero del Reglamento e iba acompañada de fórmulas de inscriptión, donde figuraban las diversas informaciones requeridas para la presentatión de las candidaturas.

Ha comenzado el cuarto período de sesiones de la Conferencia Diplomática sobre la reafirmación y el desarrollo del derecho international humanitario aplicable en los conflictos armados. Se delibera actualmente sobre los dos Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra de 1949. El primero desarrolla el derecho humanitario aplicable en los conflictos armados internacionales, principalmente, ampliando la protectión a la población civil, aun cuando no esté en poder del enemigo, y extendiendo al personal sanitario civil la protectión reservada hasta ahora, sobre todo, al personal sanitario militar. El segundo desarrolla el derecho aplicable en los conflictos armados sin carácter internacional, limitado, actualmente, a unos pocos principios estipulados en el artículo 3, común a los cuatro Convenios de 1949.

El presidente del CICR, señor Alexandre Hay, realizó, en el mes de marzo, tres misiones que lo condujeron sucesivamente a Irán, la India y Polonia.

En Teherán, el presidente del CICR fue recibido, el 7 de marzo, en audiencia por S.M.I, el Shahinshah Aryamehr. Mantuvo luego una entrevista con el primer ministro y fue invitado a almorzar por el ministro de Relaciones Exteriores.

En la sede de la Sociedad del León y Sol Rojos, el señor Hay, acompañado por el señor J.-P. Hocké, director de Operaciones del CICR, y por el señor J. de Courten, delegado regional, fue recibido por el señor H. Khatibi, director general de la Sociedad nacional, a quien acompañaban sus principales colaboradores.

El autor de este artículo, vicepresidente del Instituto de Derecho Internacional y delegado en la Conferencia Diplomática de Ginebra de 1949, organizó, el mes de octubre de 1947 en el Instituto de Estudios Políticos de Aix-en-Provence, un coloquio acerca de « Las Casas y la política de los derechos humanos ».Se reproduce, a continuación, con el consentimiento del autor, este tema, que es el de una ponencia presentada en dicho coloquio.