Published online by Cambridge University Press: 18 September 2017
The ballgame, played in an open-air public facility, was an integral institution for most major Mesoamerican centers. Although its social roles likely included political and social mediation among polities or communities, who could witness a game? Our estimates of the numbers of viewers derive from lines of sight toward the playing alley from nearby construction and plazas or other open ground. Focusing on centers in south-central and southern Veracruz, Mexico, we assess court viewership relative to people accommodated in the main plaza to determine the degree to which prime ballgame viewership was restricted. Ratios of prime viewers to plaza capacities for primary and secondary centers show that relative limitations in viewership did not covary consistently with the settlement hierarchy. We show that viewership was markedly curtailed compared to public assembly space in plazas and likely favored the upper echelons of society.
El juego de pelota fue una institución característica de la mayoría de los centros arquitectónicos mesoamericanos y se juego en una cancha pública al aire libre. Si bien las funciones sociales del juego incluían mediación política y social entre grupos y comunidades, ¿quiénes pudieron presenciar un juego? Nuestras estimaciones de la cantidad de espectadores del análisis de líneas visuales hacia la cancha desde los edificios ubicados en sus inmediaciones, plazas u otros espacios abiertos adjuntos. Centrándonos en los sitios principales en el centro-sur y sur de Veracruz, México, evaluamos el número posible de espectadores con vista a la cancha en relación con la cantidad de personas que podían caber en la plaza mayor, con el fin de establecer qué tan limitada fue la observación directa de un juego de pelota. La proporción entre el número de espectadores con vista directa y la capacidad de la plaza mayor en los centros de primer y segundo rango indica que el grado relativo de limitación visual no variaba según la jerarquía de asentamientos. El número máximo de espectadores con vista directa de un juego fue mucho menor que la capacidad del espacio público para asambleas. Los juegos de pelota parecen haber favorecido las clases sociales altas.