Published online by Cambridge University Press: 20 January 2017
Based primarily upon evidence from the site of Urichu in the Lake Pátzcuaro Basin of Michoacán, we propose that changes in the burial practices of local elites document a transformation of these elites from highly ranked local chiefs into a socially stratified elite class associated with the emergence of the Tarascan state. Two distinctive mortuary patterns that represent the Classic-Epiclassic and Late Postclassic periods are presented. These patterns vary in the age and sex composition of differing mortuary facilities, the preparation and treatment of the bodies, the mortuary facilities, the types of burial goods, and the location of the burials within settlements. Comparison to mortuary practices from the sites of Loma Santa María (Morelia), Guadalupe (Zacapu Basin), Tingambato, and Tres Cerritos (Cuitzeo Basin) place these patterns in a regional context. By contrasting the earlier mortuary pattern, which is associated with societies poorly known, with the later mortuary pattern, which is associated with the well documented Tarascan empire, it is possible to propose a model of a transformation in regional political economies associated with the emergence of the Tarascan state in the Postclassic period. This transformation involved a shift in elite identity from one primarily associated with imported finished goods from distant powerful centers and control of prestige goods networks, to an identity primarily associated with locally produced, distinctively Tarascan, goods and control of tributary, military, political, and ideological networks.
Basándose principalmente en la evidencia proveniente del sitio de Urichu, localizado dentro de la cuenca del lago de Pátzcuaro, aquí se propone que cambios en las prácticas mortuorias de la élite local, documentan su transformación de jefes locales de rango altamente graduado, a una clase de élite con estratificación social asociada con el surgimento del Estado tarasco. Se presentan dos patrones mortuorios distintivos que representan los períodos Clásico-Epiclásico y Posclásico tardío. Estos patrones varían en la composición por edad y sexo de diferentes tipos de entierros, la preparación y el tratamiento de los cuerpos, el tipo de envase, los tipos de ofrendas, y la localización de los entierros dentro de las asentamientos. Una comparación con los sitios de Loma Santa María (Morelia), Guadalupe (la cuenca de Zacapu), Tingambato, y Tres Cerritos (la cuenca de Cuitzeo) servirá para situar los patrones mortuorios dentro de un contexto regional. Contrastando el patrón mortuorio más temprano que es asociado con sociedades mal conocidas, con el patrón mortuorio posterior asociado con el Imperio tarasco bien documentado, es posible proponer un modelo de una transformación en las economías políticas regionales asociado con el surgimiento del Estado tarasco en el período Posclásico. Esta transformación involucra un cambio en identidad de la élite de una principalmente asociada con objetos importados de los centros poderosos distantes y el control de una red de bienes de prestigio, a una identidad principalmente asociada con objetos producidos localmente, de tipo distintamente tarasco, y el control de redes tributarias, militare, políticas, e ideológicas.