Teotihuacan es reconocido mundialmente como uno de los sitios arqueológicos más importantes para la investigación de las sociedades complejas, sin embargo, y a pesar de estar incluido desde 1987 en la lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, en la actualidad enfrenta severos problemas que inciden directa y desfavorablemente en la conservación de los vestigios arqueológicos. Diversas situaciones de carácter administrativo también afectan los acervos que se resguardan de manera muy precaria en las instalaciones, bodegas y los dos museos ubicados dentro de la zona de monumentos.
En los últimos años la exigencia de las cada vez más pobladas comunidades aledañas a la zona arqueológica por tener y mejorar los servicios públicos tanto como el crecimiento de la mancha urbana, ha provocado graves afectaciones al patrimonio arqueológico. Aunado a los problemas económicos del país, la ausencia de una política institucional, la falta de planes de trabajo a mediano y largo plazo encaminados a la preservación de los bienes arqueológicos del sitio, así como de programas dirigidos a las comunidades para concientizarlas e involucrarlas directamente en la conservación, han generado una actitud hostil y de desprecio de los pobladores para con los restos arqueológicos. Sin una estrategia institucional y alternativas viables para los habitantes de las comunidades, la mayor destrucción es ocasionada por los propios pobladores del valle o peor aún, por las instancias de gobierno estatal y municipal encargadas de dotar de los servicios a las comunidades.
En este artículo se analizan algunos de problemas que afectan el patrimonio arqueológico de Teotihuacan. Se hace hincapié en la carencia de planes y programas de trabajo con objetivos a largo y mediano plazo, que ayuden a la preservación de los bienes arqueológicos, así como de la información que constituye los distintos acervos.