Se analizaron los datos de seis estudios comparativos controlados distribuidos al azar de risperidona y neuroleptics convencionales (haloperidol, zuclopentixol y perfenazina) en el tratamiento de 911 pacientes con esquizofrenia crónica para estimar los beneficios y riesgos del tratamiento. Se evaluó la eficacia y el riesgo del tratamiento por medio de la Escala del Síndrome Positivo y Negativo (PANSS) y la Escala de Evaluación de Síntomas Extrapiramidales (ESRS). A partir de las puntuaciones de la PANSS y la ESRS, se calculó la eficacia del efecto (la diferencia entre los tratamientos). La eficacia del efecto antipsicótica fue favorable a la risperidona (iba de 0,22 a 0,37 en las subescalas de la PANSS), y el nivel de la seguridad también (iba de 0,18 a 0,36 en la ESRS). Un análisis de la proporción de pacientes que precisaron medicación antiparkinsoniana produjo un nivel del efecto de 0,37 (precisaron medicación anti-Jarkinsoniana el 20% de los pacientes con risperidona y el 38% de los pacientes que recibían un neuroléptico convencional). Estos datos indican que la risperidona es un antipsicótico más efectivo que los agentes convencionales y causa síntomas extrapiramidales menos graves.