Se ha encontrado una elevada prevalencia de hipofunción tiroidea en los pacientes bipolares. Sin embargo, las muestras utilizadas en estudios anteriores incluían un alto porcentaje de pacientes en tratamiento con litio y carbamacepina. Puesto que el uso de estos medicamentos puede explicar la elevada prevalencia de perturbaciones tiroideas encontrada en los pacientes bipolares, diseñamos el presente estudio para evaluar la función tiroidea en una muestra de pacientes bipolares que no habían sido tratados antes con litio o carbamacepina. Los pacientes incluidos en la muestra cumplían los Criterios Diagnósticos para la Investigación para trastorno afectivo bipolar. La evaluación incluía la determinación de los niveles en suero para la tiroxina total (T4), la triyodotironina total (T3) y la tirotropina, tanto basalmente como en respuesta a la infusión de 500 mg de Protilerin. La tasa de hipofunción tiroidea en la muestra total (9,2%) fue considerablemente más baja que la comunicada en otros estudios con pacientes bipolares que estaban en terapia de litio. Cinco pacientes (9,2%) mostraron algún parámetro de hiperfunción tiroidea. Nuestros resultados no muestran diferencias significativas en los índices de función tiroidea entre la duración a largo plazo y a corto plazo de la enfermedad, entre los pacientes ambulatorios y hospitalizados, entre un número alto y bajo de episodios y entre los casos de ciclos rápidos y no rápidos. La comparación entre los pacientes bipolares I y bipolares II muestra una diferencia estadísticamente significativa en los valores de los niveles de TSH, teniendo el grupo bipolar II un valor medio más alto. Nuestros datos indican que la disfunción tiroidea no está relacionada con el género, la duración de la enfermedad, el número de episodios o el curso de ciclos rápidos de la enfermedad. Los niveles de TSH más altos con la estimulación de TRH en el grupo bipolar II podría considerarse un rasgo biológico diferencial.