Este trabajo presenta un análisis de la desigualdad regional en Castilla en la segunda mitad del siglo XVIII, a partir del estudio del consumo per cápita provincial calculado con las recaudaciones de dos rentas que supusieron los mayores ingresos fiscales del estado: alcabalas y cientos. La desigualdad regional presentó unos niveles reducidos y constantes durante la segunda mitad del siglo, analizando la productividad del trabajo, no encontrando elementos que alterasen significativamente la diferencia entre regiones. Asimismo, podemos señalar que se advierten las dificultades relacionadas con el sector agrario, con limitaciones a la producción y bajos rendimientos. Esas dificultades trataron de minimizarse con actuaciones reformistas que, no obstante, no tuvieron un claro impacto sobre la desigualdad, que permaneció homogénea.