Se estudió la distribución según su mes de nacimiento de 282 y 224 pacientes esquizofrénicos de acuerdo con los Criterios Diagnósticos para la Investigación (RDC) y el DSM III-R, respectivamente. Se confirmó la mayor tasa de nacimiento en invierno-primavera, con un máximo de enero a marzo. Se compararon los esquizofrénicos nacidos en invierno y en verano. No se encontraron diferencias convincentes con respecto a un conjunto mayor de variables demográficas, psicosociales y clínicas en comparaciones univariadas, ni conseguimos separar e identificar un subgrupo especial de esquizofrenia nacido en invierno utilizando el método de análisis cluster. Se obtuvieron resultados negativos a pesar del hecho de que muchas de las variables incluidas reflejaban el curso de la enfermedad y el grado de cronicidad. O bien el conjunto de variables que utilizamos no ha sido lo bastante “correcto”, o bien la separación de un subgrupo nacido en invierno no es posible clínicamente.

El considerable debate sobre la justificación de las medidas coercitivas en psiquiatría incluye argumentos médicos, éticos, legales y políticos. La experiencia subjetiva de los pacientes de las inyecciones involuntarias o la restricción apenas se investiga. Se utilizó una entrevista semiestructurada para valorar las actitudes retrospectivas en 40 pacientes (32 esquizofrénicos) tratados contra su voluntad con inyección de fármacos neurolépticos o sometidos a restricción. De estos pacientes, 48% evaluaron estas medidas como necesarias o positivas, 23% como negativas y 30% fueron indiferentes. Sólo los pacientes con buena comprensión de su enfermedad pudieron aceptar retrospectivamente el tratamiento involuntario como positivo. Las razones para el rechazo del tratamiento eran la inadecuación de las medidas (58%), la experiencia negativa previa con fármacos neurolépticos (47%; por ejemplo, acatisia) y reservas hacia el propio sistema médico (28%). Los sentimientos predominantes que experimentaban los pacientes cuando se enfrentaban a medidas coercitivas eran “miedo” e “impotencia”. La restricción suscitaba más aversión que las inyecciones. Los resultados apoyan la idea de que el concepto de enfermedad y la capacidad para reconocer la enfermedad mental son factores importantes que influyen en la decisión de un paciente esquizofrénico de aceptar o rechazar el tratamiento.

Hasta ahora, los instrumentos para la valoración clínica de la impulsividad han dependido esencialmente de inventarios de personalidad o, en menor medida, de cuestionarios específicos. Por tanto, este texto presenta los resultados preliminares de una nueva escala de evaluación: la Escala de Evaluación de la Impulsividad (IRS). Esta escala es un instrumento de hetero-valoración de la impulsividad de 7 elementos basado en la conducta del paciente en situaciones habituales de la vida. La administración de la escala es sencilla y breve: 15 minutos. La IRS se puso a prueba en cinco muestras de población diferentes: 31 pacientes internos impulsivos, 36 adultos con episodio depresivo mayor, 15 sujetos de control sanos, 56 fumadores antes y después de una semana de supresión del tabaco y 47 pacientes internos adolescentes deprimidos antes y cuatro semanas después de tratamiento antidepresivo. Los resultados muestran buena validez de constructo, buena validez concurrente, buena fiabilidad interevaluador y sensibilidad al cambio. Un umbral de 8 para la puntuación total (rango de 0 a 21) da buena especificidad y sensibilidad. El análisis de componentes principales muestra la existencia de un factor principal compuesto por todos los elementos, con correlación más baja para dos elementos que pueden pertenecer a un segundo factor que requiere nuevas investigaciones.

Sólo algunas publicaciones señalan la posibilidad de participación simultánea del SNC en la enfermedad desmielinizante periférica adquirida. Describimos a dos pacientes con polineuropatía crónica y gammapatía monoclonal de significado desconocido (MGUS) que desarrollaron un síndrome de demencia progresiva con alteraciones extensas de la sustancia blanca cerebral.