En el derecho internacional público se prohíbe la tortura. También se prohíbe explícitamente en la legislación de buen niimero de países. No obstante, es poco decir que continúa ensañándose actualmente, en formas violentas o según métodos cada vez más insidiosos, afectando con cada vez mayor frecuencia a los niños. De tal modo que, en 1976, ante la amplitud y la gravedad delproblema, el CICR consideró necesario hacer oír su voz y explicar la acción que realiza contra la tortura. Y nunca, tal vez, desde finales del decenio de 1970, las organizaciones internacionales, gubernamentales y no gubernamentales, han sido tan numerosas y tan activas para luchar contra la tortura.

Por lo tanto, cuando la comunidad internacional acaba de celebrar el 40° aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y cuando está en vísperas de conmemorar el bicentenario de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, nos ha parecido oportuno hacer el inventario de los medios empleados, tanto jurídicos como prácticos, para luchar contra la tortura, así como de las iniciativas lanzadas, estos últimos años, tanto por organizaciones públicas y privadas como en el interior del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

A pesar de que la noción de «respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales para todos» se ha abierto camino en el mundo entero tras la Segunda Guerra Mundial y ha dejado su huella tanto en la legislación interna de muchos Estados como en el derecho internacional público, es un hecho que la tortura, violación grave de la dignidad inherente a la persona humana, se practica desde hace años —y sigue practicándose— en numerosos países de manera sistemática u ocasional. La tortura, por la cual «se infligen intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves, físicos o mentales», tiene por objeto obtener de esa persona información y confesiones, así como intimidarla y envilecerla y, por último, castigarla —de manera ilegítima— por un acto que haya cometido realmente o que se sospeche que ha cometido.

El Comité Internacional de la Cruz Roja se congratula por todos los esfuerzos que se hagan para potenciar la protección de las personas privadas de libertad contra la tortura. Por lo tanto, se felicita de la aprobación del Convenio Europeo para la Prevención de la Tortura y de los Castigos o Tratos Inhumanos o Degradantes, que debería permitir la instauración de un eficaz sistema de control para prevenir y reprimir esas prácticas inhumanas en los países miembros del Consejo de Europa que lo hayan ratificado.

Segiin la experiencia del CICR, las visitas a los lugares de detención son el mejor método de control internacional para prevenir actos de tortura. Para ser eficaces, dichas visitas deben atenerse a cierto número de modalidades, tales como la conversación sin testigos con los detenidos, el registro de sus nombres, su repetición.

En 1983, el Comité Suizo contra la Tortura, animado por su fundador, el fallecido Jean-Jacques Gautier, decidió convocar en Ginebra un coloquio sobre los medios de lucha contra la tortura. A esa reunion asistieron, en representación de numerosas organizaciones que defienden los derechos humanos, 70 expertos procedentes de unos 30 países. Llegó a la conclusión de que es necesario desarrollar un mecanismo que permita potenciar el cometido de los cientos de ONG (organizaciones no gubernamentales) que se han constituido en el mundo para luchar contra la tortura. Sugirió, en particular, la creación de un servicio que acelere la transmisión de las informaciones recogidas por dichas ONG, facilitando rápidas intervenciones ante las Naciones Unidas y otras organizaciones zonales encargadas de defender los derechos humanos, favoreciendo también, cuando parezca conveniente, una concertación para la acción, prestando, por último, una ayuda a las víctimas de la tortura.

El año 1985, la Cruz Roja Sueca inauguró, en Estocolmo, un centro de rehabilitación para refugiados torturados, tras el estudio realizado en otros países, especialmente en Dinamarca, donde se instaló el primer centro de esa índole.

Suecia recibe a unos 15.000 refugiados al año. Los grupos más numerosos llegan de Chile, Irán, Irak, Líbano, Etiopía y Turquía. Muchos de ellos han sufrido diferentes tipos de tortura. Los hospitales, la beneficencia pública, los abogados, los funcionarios de las oficinas de inmigración no tienen mucha experiencia para tratar las consecuencias de la tortura. Actualmente, todas los sectores de la sociedad sueca tienen que cubrir las necesidades de esos nuevos ciudadanos. La falta de conocimientos y de comprensión pueden comportar, involuntariamente, un trato inhumano para esas personas.

Los miembros de las fuerzas armadas de una Parte en conflicto son combatientes, con excepción del personal sanitario y religioso y del personal militar de la protección civil (Reglamento de La Hay a, art. 1 y 3; P. I, art. 43, 67), y sólo los miembros de las fuerzas armadas son combatientes.

Los combatientes tienen derecho a participar directamente en las hostilidades (P. I, art. 43), es decir, a realizar actos de guerra que por su naturaleza o su finalidad están dirigidos directamente contra los combatientes o los otros objetivos militares de las fuerzas armadas adversas.

Todo combatiente que caiga en poder de una Parte adversa es prisionero de guerra (C. Ill, art. 4; P. I, art. 44).

En el principio…

La paz era parte de la visión de Henry Dunant cuando, tras haber visto los sufrimientos y las miserias humanas en el campo de batalla de Solferino, tuvo la inspiración de crear una organización humanitaria que habría de ayudar a todos los afectados por la guerra. Su objetivo último era no simplemente aliviar los sufrimientos causados por la guerra, sino infundir en el género humano un espíritu de paz. Estaba convencido de que, si infundimos ideas humanitarias y alumbramos en cada uno horror por la venganza, el odio y la destrucción, contrarrestaremos el terrible azote de la guerra y, tal vez, la prevengamos por completo.

La búsqueda de la paz ha sido una de las tareas primordiales del Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja desde sus comienzos; tiene otras muchas metas, pero éstas son medios para intentar difundir el espíritu de paz.

La Asamblea del Comité Internacional de la Cruz Roja efectuó, en su reunión del 15 de diciembre de 1988, varios nombramientos, que surten efecto a partir del 1 de enero de 1989:

• El señor Richard Pestalozzi, miembro del CICR desde 1977, miembro del Consejo Ejecutivo, se jubila por haber cumplido la edad reglamentaria; fue nombrado Miembro honorario del CICR.

• El señor Dietrich Schindler, miembro del CICR desde 1980, fue reelegido para un tercer período en el cargo y el señor Pierre Keller, miembro del CICR desde 1984, fue reelegido para un segundo período en el cargo.

• Los señores Athos Gallino y Rudolf Jäckli fueron reelegidos para un nuevo período en el Consejo Ejecutivo del cual son miembros desde 1979.

• La señora Anne Petitpierre, miembro desde 1987, fue reelegida miembro del Consejo Ejecutivo.

Así, el Consejo Ejecutivo del CICR está integrado, desde el 1 de enero de 1989, por el señor Cornelio Sommaruga, presidente, por los señores Maurice Aubert, Athos Gallino, Rudolf Jäckli, Pierre Keller, André Ghelfi y la señora Anne Petitpierre.

El pasado 24 de diciembre de 1988, el CICR recibió con profunda tristeza la noticia del fallecimiento del doctor Jacques F. de Rougemont, Miembro honorario del CICR.

El doctor de Rougemont, elegido miembro del CICR en 1967, fue miembro del Consejo de la Presidencia de 1968 a 1971 y, desde 1987, Miembro honorario.

En el curso de su larga y fecunda labor al servicio del CICR, formó parte de varias comisiones y grupos de trabajo y efectuó numerosas misiones para la Institutión, en particular en Polonia en favor de las víctimas de experiencias pseudomédicas en los campos de concentratión nazis. Las relaciones de confianza que supo entablar en Polonia propiciaron una de las más importantes acciones de difusión del derecho internacional humanitario y, en 1982, permitieron que el CICR visitara a las personas detenidas a causa de los acontecimientos de diciembre de 1981.

El CICR recibió, a finales de noviembre, autorización del Gobiemo sudanés y las garantías necesarias por parte del movimiento de oposición SPLM/SPLA para llevar a cabo su plan de acción, y los vuelos comenzaron el 4 de diciembre. Los aviones del CICR pudieron, durante el ultimo mes del año, llegar con regularidad, por una parte a Wau y a Aweil, en la zona que se encuentra bajo control gubernamental y, por otra parte, a Akon y Yirol, en la zona controlada por SPLA, saliendo de Jartum o de Kenia (Lokichokio) o de Uganda (Entebbe).

Se abrieron oficinas del CICR en Akon y en Yirol, así como una subdelegación en Wau. Los delegados del CICR efectuaron allí las primeras distribuciones de asistencia alimentaria en favor de las personas más necesitadas (personas desplazadas, pacientes de hospitales, prisioneros). Equipos de veterinarios vacunaron al ganado y se suministró material médico para los dispensarios.

Las Sociedades Nacionales árabes de la Media Luna Roja y de la Cruz Roja celebraron, del 5 al 9 de noviembre de 1988, su XIX Conferencia en El Cairo.

Patrocinada por S.E. el señor Hosni Mubarak, presidente de la República Árabe de Egipto, esta Conferencia fue organizada conjuntamente por la Media Luna Roja Egipcia y la Secretaría General de las Sociedades Nacionales árabes de la Media Luna Roja y de la Cruz Roja, dirigida por el señor Abdel Ghani Ashi.

Dieciocho Sociedades Nacionales árabes participaron en la Conferencia, asá como observadores de 10 Sociedades Nacionales, de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales.

Dirigida por el señor Rudolf Jäckli, vicepresidente del CICR, la delegatiôn del CICR estaba integrada por los señores Francis Junod, delegado en El Cairo, Michel Martin, jefe de la División de Doctrina y Relaciones con el Movimiento, Zidane Méribute, Ameur Zémali, miembros de la División Jurídica y Werner Kaspar, de la Divisiôn de Recursos Exteriores.

Presidida por la señora Siga Seye Coulibaly, presidenta de la Cruz Roja Senegalesa, se celebró en Dakar, del 21 al 23 de noviembre de 1988, la Conferencia Panafricana de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, que congregó a los representantes de 40 Sociedades Nacionales africanas, de 12 Sociedades Nacionales de otros continentes, de la Liga y del CICR.

La delegatión del CICR estaba integrada por el señor Cornelio Sommaruga, presidente, el señor Yves Sandoz, director del Departamento de Doctrina, Derecho y Relaciones con el Moviemento, el señor Thierry Germond, encargado de las delegaciones regionales para África, el señor Frédéric Steinemann, future delegado zonal en Lagos, y la señora Contat, delegada zonal en Lomé.

En una declaratión hecha al finalizar la importante conferencia sobre las armas químicas, que tuvo lugar, el mes de enero, en París, representantes de 149 países se comprometieron a que no se utilicen armas químicas y exhortaron a la Conferencia de Desarme, de las Naciones Unidas que se elabore, lo antes posible, una Conventión para prohibir su productión y su almacenaje, y para que se destruyan las reservas existentes.

El CICR se congratula por el resultado de esta reunión de cinco días, que muestra la nueva determinatión de eliminar completamente las armas químicas. La Revista publica, a continuatión, el mensaje que el Comité Internacional de la Cruz Roja remitió, el 23 de diciembre de 1988, al presidente de la Conferencia de París sobre la prohibitión de las armas químicas (7—11 de enero de 1989):

Figura, a continuatión, la lista cronológica, hasta el 31 de diciembre de 1988, de todos los Estados que han pasado a ser Partes en los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, aprobados el 8 de junio de 1977.

El nombre de los Estados está abreviado; la numeratión de los Estados Partes en los Protocolos consta en dos columnas; en la primera, se da el número de Estados Partes en el Protocolo I y, en la segunda, el número de Estados Partes en el Protocolo II.

En la tercera columna se indica, con una inicial, la clase de acta oficial recibida por el depositario, el Consejo Federal Suizo: R = ratificación; A = adhesión.

En la cuarta columna se indica si la ratificación o la adhesión iba acompañada de reservas o declaraciones (utilizando la designatión escogida por el Estado que las ha formulado). Además, se menciona, mediante la abreviatura «Comisión Int. », si el Estado concernido ha aceptado la competencia de la Comisión Internacional de Encuesta, prevista en el párrafo 2 del artículo 90 del Protocolo I.

La República de Kiribati hizo, mediante notificatión recibida el 5 de enero de 1989 por el Consejo Federal Suizo, una declaratión de sucesión a los cuatro Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, que le eran aplicables antes de la independencia, de conformidad con su ratificatión por el Reino Unido.

Según la práctica internacional, Kiribati es Parte en dichos Convenios con efecto retroactivo a la fecha de su independencia, es decir, el 12 de julio de 1979.

La República de Kiribati es el 166° Estado Parte en los Convenios de Ginebra.

La República de Gambia se adhirió, el 12 de enero de 1989, a los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, relativos a la protectión de las víctimas de los conflictos armados internacionales (Protocolo I) y no internacionales (Protocolo II), aprobados en Ginebra el 8 de junio de 1977.

De conformidad con sus disposiciones, los Protocolos entrarán en vigor, para la República de Gambia, el 12 de julio de 1989.

Con esta adhesión, asciende a 79 el número de Estados Partes en el Protocolo I y a 70 el de Estados Partes en el Protocolo II.