La XXVI Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja se celebró en Ginebra, del 3 al 7 de diciembre de 1995. Organizada por primer a vez conjuntamente por el CICR y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, la Conferencia acogió a unos 1.200 delegados, que representaban a 143 Estados Partes en los Convenios de Ginebra, a 166 Sociedades Rationales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, al CICR y la Federación, así como a 68 instituciones gubernamentales y no gubernamentales y a Sociedades Nacionales en formación, que asistieron en calidad de observadores.

Me toca hoy hablarles de una brillante perspectiva que se ofrece al mundo, y que podrá tornarse en una realidad si todos creemos en ella y colaboramos para materializarla.

Manifiesto esta esperanza en la misma atmósfera en la que se llevara a cabo la primera Conferencia Internacional, celebrada hace 132 años, en la cual se superaron las dudas de los escépticos y se suscribió el primer Convenio de Ginebra. Ese tratado confirió protección a los soldados heridos y enfermos en tiempos de guerra, así como a las personas que les prodigaban cuidados. Desde entonces, el derecho internacional ha dispensado la misma protección a los heridos y enfermos de las fuerzas armadas en el mar, los prisioneros de guerra, las personas civiles en tiempo de guerra y, en parte a causa del cambio en la naturaleza de los conflictos en los últimos decenios, a los grupos vulnerables de los conflictos civiles.

El mundo está aquejado de sus víctimas. Hoy, en nombre de las víctimas, la única razón para nuestra presencia aquí, en esta XXVI Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, me dirijo a los representantes de los Estados Partes en los Convenios de Ginebra, así como a los representantes del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Nuestro Movimiento se ve enfrentado con el reto de proteger y ayudar a esas víctimas, que, trágicamente, son cada vez más numerosas. Las situaciones en que debemos actuar son cada vez más complejas: catástrofes naturales y tecnológicas que, con frecuencia, tienen lugar en países en desarrollo, donde no hay infraestructuras; conflictos armados y otras formas de violencia en el contexto de los cuales, las autoridades, generalmente, no pueden actuar en favor de la población. Sacamos nuestra fuerza de la solidaridad para con esas víctimas, que se manifiesta en las acciones específicas, pero complementarias, de las Sociedades Nacionales, de su Federación y del CICR. Precisamente de esa complementariedad de nuestras respectivas competencias, adquirida mediante la experiencia e inscrita en nuestros Estatutos, dimana la eficacia de nuestra acción.

Presidida por S.E. el embajador Hishashi Owada, representante permanente de Japón ante las Naciones Unidas en Nueva York, la Comisión I trataba dos puntos principales. Por una parte, le correspondía conocer las actividades de seguimiento de la Conferencia Intemacional para la Protección de las Víctimas de la Guerra (Ginebra, 1993) y examinar las medidas que la XXVI Conferencia Intemacional se proponía tomar para dar curso a las conclusiones de la Conferencia de 1993. Por otra parte, se había invitado a la Comisión a examinar un cierto número de cuestiones relativas a la protección de la población civil en los períodos de conflicto armado. Además, la Comisión debía tomar conocimiento del Manual de San Remo sobre el derecho internacional aplicable a los conflictos armados en el mar.

Presidida por el señor Usmane Diagne, presidente de la Cruz Roja Senegalesa, la Comisión II se ocupó de los valores humanitarios y de las reacciones ante las crisis. Sus trabajos comenzaron con sendas alocuciones, pronunciadas por el representante de la Federación Internacional y por el del CICR; se presentaban los temas de dos documentos: «Principios e intervención en la asistencia internacional humanitaria y las actividades de protección» (Doc. 95/C.II/2/1) y «Fortalecimiento de la capacidad para asistir y proteger a las personas más vulnerables» (Doc. 95/C.II/3/1).

Durante la segunda sesión plenaria, la Conferencia aprobó por unanimidad una enmienda a los Estatutos y al Reglamento intemos del Movimiento, por la que se sustituyen en estos textos todas las referencias a la «Liga de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja» por «Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja». Esta modificación había sido aprobada ya por la Asamblea General de la Federación, celebrada en 1991. Se aprobaron por aclamación el informe de la Comisión Permanente y el informe de la Comisión Paritaria del Fondo de la Emperatriz Shôken.

La tercera sesión plenaria permitió, en primer lugar, que los relatores dieran cuenta de los trabajos de las dos Comisiones. El profesor José Manuel Carilho Ribeiro, presidente de la Cruz Roja Portuguesa, presentó el informe sobre las labores de la Comisión I (véanse, más adelante, pp. 38–44), mientras que el señor Jaime J. Yambao, ministro consejero de la Misión Permanente de Filipinas en Ginebra, dio cuenta de los trabajos de la Comisión II (véanse, más adelante, pp. 45–51).

La XXVI Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja,

comprobando con gran inquietud el creciente número de conflictos armados que tienen lugar en varias partes del mundo;

alarmada por las graves y persistentes violaciones del derecho internacional humanitario que se cometen, particularmente en perjuicio de las personas civiles, incluidas las más vulnerables;

profundamente preocupada por la tristeza y el sufrimiento que causan tales violaciones;

deplorando la disminución del respeto del derecho internacional humanitario;

La reunión del Consejo de Delegados se celebró en Ginebra los días 1 y 2 de diciembre de 1995; participaron unos 600 delegados (el doble que en Birmingham en 1993) de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, así como representantes del CICR y de la Federación Internacional.

Inauguró la reunión el Príncipe Botho de Sayn-Wittgenstein-Hohenstein, como presidente de la Comisión Permanente de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

El Consejo de Delegados:

alarmado ante el número creciente de personas vulnerables que sufren continuamente a consecuencia de los desastres naturales o provocados por el hombre en todo el mundo o se ven amenazadas por esos factores;

comprometido al respeto de los Principios Fundamentales del Movimiento que incluyen los principios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia que le permiten actuar en nombre de las víctimas y de las personas vulnerables y defender sus intereses;

recalcando que es necesario, en interés de todos a los que el Movimiento procura asistir y proteger, fortalecer la relación singular entre el Movimiento y los Estados Partes en los Convenios de Ginebra, relación que halla su expresión concreta en la Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja;

A finales de 1995, el Comité Internacional de la Cruz Roja se despidió de Jacques Meurant, redactor jefe de la Revista Internacional de la Cruz Roja desde 1986. Al término de una carrera de más de 30 años al servicio del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, de los cuales 10 al frente de la Revista, el señor Meurant toma una muy merecida jubilación.

El señor Hans-Peter Gasser nació en Zurich (Suiza) el año 1939. De nacionalidad suiza, es casado y tiene dos hijos que cursan actualmente estudios universitarios. Tras terminar la escolaridad primaria y secundaria en establecimientos de su ciudad natal, ingresó en la Universidad de Zurich para estudiar Derecho, formación que concluyó en 1965 con la obtención de un doctorado. Completó sus estudios superiores en la Harvard Law School (Estados Unidos), donde alcanzó el grado de Master of Law (LL.M.).