Antes de celebrarse el acto de apertura propiamente dicha de la Conferencia Internacional de la Cruz Roja, la Asamblea General de la Liga y el Consejo de Delegados celebraron también en Manila, del 2 al 6 de noviembre, sus reuniones estatutarias.

Cuando comienza la XXIV Conferencia Internacional de la Cruz Roja, me cabe el honor, como presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, de expresar toda la gratitud del CICR a la Cruz Roja de Filipinas que, con la ayuda del Gobierno de este país, preparó, organizó y ha acogido, en este entorno maravilloso, las sesiones del Movimiento de la Cruz Roja. Asocio también en este homenaje al pueblo filipino cuya fama de hospitalidad se confirma hoy de modo palmario.

Una Conferencia Internacional de la Cruz Roja es la ocasión ideal para un balance y una reflexión prospectiva; la cita cuatrienal de los Gobiernos y del Movimiento de la Cruz Roja (CICR, Sociedades nacionales y Liga), « la más alta autoridad deliberante de la Cruz Roja Internacional » refleja las preocupaciones de todo el Movimiento en una determinada fecha. En sus resoluciones se reseñan los principales ámbitos de actividad de la Cruz Roja y se indica la dirección que ésta deberá seguir en el futuro o, por lo menos, hasta la próxima Conferencia Internacional.

En lassiguientes páginas, la Revista International publica varios documentos relativos a la Conferencia de Manila. Se ha considerado interesante ponerlos, sin demora, a disposición de los lectores de la Revista, por razón de la importancia de los temas tratados y de su duradero interés. Además, debido al sobrecargado orden del día, tanto en el Consejo de Delegados como en la Conferencia Intemacional propriamente dicha, el tiempo dedicado a ciertos puntos, sus trabajos y proyectos preparatorios, era demasiado limitado para que pudieran examinarse con toda la atención que merecían. Por ello, la Revista los publica en el presente número.

Tengo el privilegio, como presidente del Grupo de Trabajo sobre el emblema, de dirigirme a ustedes para hacer un balance de sus cuatro años de labor, tras haber sido instituido por el Consejo de Delegados el año 1977 en Bucarest.

La República de Corea depositó ante el Gobierno suizo, el 15 de enero de 1982, un instrumento, fechado el 28 de diciembre de 1981, por el cual ratifica los Protocolos adicionales I y II a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, relativos a la protección de las víctimas de conflictos armados internacionales y no internacionales, firmados el 12 de diciembre de 1977.

Se registró dicho instrumento el 15 de enero de 1982 y los Protocolos, de conformidad con sus disposiciones, entrarñn en vigor, para la República de Corea, el 15 de julio de 1982.

Tras esta ratificación, veinte Estados son Partes en el Protocolo I y dieciocho en el Protocolo II.

Suiza depositó sus instrumentos, fechados el 11 de febrero de 1982, por los cuales ratifica los Protocolos adicionales 1 y II a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, relativos a la protección de las víctimas de conflictos armados internacionales y no internacionales, firmados el 12 de diciembre de 1977.

Se registraron dichos instrumentos el 17 de febrero de 1982 y los Protocolos, de conformidad con las respectivas disposiciones, entrarán en vigor, para Suiza, el 17 de agosto de 1982.

El instrumento de ratificación del Protocolo I tiene dos reservas y una declaración por la cual, de conformidad con el párrafo 2 del articulo 90 del Protocolo I, Suiza « reconoce ipso facto y sin acuerdo especial, con relación a cualquier otra Alta Parte contratante que acepte la misma obligación, la competencia de la Comisión de Encuesta para proceder a una investigación acerca de las denuncias formuladas por esa otra Parte. »

El señor Roger Santschy, encargado del sector « África austral » en el CICR en Ginebra, visitó, el mes de diciembre, las delegaciones del CICR en Mozambique, en Sudáfrica, en Namibia y en Zimbabwe, para puntualizar las actividades del CICR en esos países.