El conjunto de mercancías que hemos incluido en este trabajo, bajo la denominación de «productos agrarios y alimentos», es muy amplio, ya que incluye, además de los productos agrícolas, ganaderos, forestales y pesqueros propiamente dichos, todos sus transformaxsxdos industriales destinados a la alimentación humana y algunos productos intermedios, como maderas transformadas, pieles y otros de menor importancia. Nuestro criterio coincide casi en su totalidad con el que se utiliza habitualmente cuando se analiza el comercio exterior de este tipo de productos. A este respecto, puede comprobarse cómo en los Anuarios de Estadística Agraria que publica el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentatión se incluyen en su sección de comercio exterior los mismos productos con los que nosotros hemos trabajado (el Ministerio incluye también maquinaria agrícola y algunos inputs como fertilizantes sobre los que se considera interesante disponer de información, aunque no sean productos agrarios; nosotros hemos incluido los muebles de madera en el quiza unico caso en el que hemos considerado un producto de este tipo). No es posible realizar ahora, por razones de espacio, un mayor desglose sobre todas y cada una de las partidas que hemos analizado, aunque hemos preparado, y está en vías de publicatión, un documento de trabajo titulado «Una clasificación de las partidas arancelarias correspondientes a los productos agrarios y alimentos en las Estadísticas del Comercio Exterior de España, 1849–1935», en el que se detallan para cada año las partidas utilizadas y el tipo de agrupación realizado, por lo que remitimos a este trabajo a quienes deseen profundizar más en tal sentido.