Published online by Cambridge University Press: 28 April 2010
Para centrar la polémica empezaré con una metáfora. Nadie puede dudar de que el teléfono era una herramienta corriente en la vida española de 1970. Sin embargo, cuando en aquel año me fui a vivir a los EE. UU. pude entender vívidamente que la penetración de las comunicaciones telefónicas en España resultaba enormemente superficial, si se la comparaba con su papel en la vida americana y, sobre todo, en las actividades comerciales. Y todo esto no era idiosincrático, no se debía a que a los americanos les gustase más hablar por teléfono que a nosotros, sino que era resultado de la calidad y del precio del servicio en uno y otro país. Incluso sin hablar de precios, en España costaba años obtener nuevas líneas, y en los EE.UU. costaba un solo día.