Published online by Cambridge University Press: 05 February 2009
‘El hombre más puro de la raza’. This opinion of the Chilean poetess Gabriela Mistral sums up the general feelings of all critics and historians who have studied Martí's life: both as a Cuban patriot and as a sincere human being Martí evokes admiration from all sides. The same cannot be said, however, about his copious writings – twenty-seven volumes in the latest edition (Editorial Nacional de Cuba) — which have led to many differences of interpretation: for some he is the embodiment of Marxist philosophy, while others have shown how little his views have in common with orthodox Socialism. Within Cuba itself, political leaders as diverse in their ideals as Carlos Prío, Fulgencio Batista and Fidel Castro have all claimed to be putting into practice the philosophy of Martí.
1 This apt description of Martí by Gabriela Mistral was taken from the autograph album of a young Cuban girl. The actual inscription was ‘No te olvides, si tiencs un hermano o un hijo, de que vivió en tu tierra ci hombre m´s puro de la raza, José Martí, y procura formarlo a su semejanza, batallador y limpio como un arcángel’. Cited by Gaspar Martillaro in his article ‘José Martí, el hombre m´s puro de la raza’, Archivo José Martí, I (July–Aug. 1940), p. 57.Google Scholar
2 Cf. Center of Studies on Martí, Trajectory and Actuality of Martí (La Habana, National Printing House, 1961).Google Scholar
3 Baralt, Luis A., Martí on the U.S.A. (Carbondale, Southern Illinois Press, 1966), pp. xiixiii.Google Scholar
4 See Ch., v, ‘Symbolism in Social Groups’, of Richard Butler Gray's study, José Martí, Cuban Patriot (Gainesville, University of Florida Press, 1966).Google Scholar
5 Lizaso, Félix, Martí, espiritu de la guerra justa (La Habana, Editorial Ucar, García y Cía., 1944), p. 46.Google Scholar
6 Marinello, Juan, ‘El pensamiento de Martí y nuestra revolución socialista’, Cuba Socialista, 2 (01, 1962), p. 19.Google Scholar
7 For further information on this important formative period in Martí's life, see the recent article by the author, ‘El aprendizaje de Martí revolucionario: una aproximación psicohistórica’, Cuadernos Americanos, XXXVI, No. I (Jan.–Feb., 1977), pp. 108–122.Google Scholar
8 Martí, José, Obras completas (La Habana, Editorial Nacional de Cuba, 1963–1966). Future quotations of Martí will be from this edition, and references will be given in the text to volume and page numbers by roman and arabic numerals respectively).Google Scholar
9 For more detailed information on the life of Martí, see the excellent biography by Mañach, Jorge, Martí, Apostle of Freedom (New York, Devin-Adan Co., 1950).Google Scholar
10 His letter to Máximo Gómez in October, 1884, expresses this profound displeasure of Martí with what he interpreted as a selfish desire on the part of the two generals to exploit the revolutionary struggle of the Cuban people while furthering their own ends: ‘Y es mi determinación de no contribuir en un ápice, por amor ciego a una idea en que me está yendo la vida, a traer a mi tierra a un régimen de despotismo personal, que sería ms vergonzoso y funesto que el despotismo político que ahora soporta … Un pueblo no se funda, General, como sc manda en un campamento’ (I, 177).Google Scholar
11 Writing for the Caracas newspaper, La Opinión Nacional, in 1881, Martí condemned in most vigorous fashion the intrigues of the exponents of ‘bossisn’: Allí estaba descrito ci boss odioso; ci cabecilia de partido; el que prepara las elecciones, las tuerce, las aprovecha, las da a sus enemigos, las niega a sus enemigos, las vende a sus adversarios; el que domina los cuerpos electorales; el que exige a los empleados dinero para llevar a cabo las elecciones que han de conservarlos en sus empleos’ (IX, 97).Google Scholar
12 Typical of this fervent admiration of Martí for the ‘founding fathers’ of the United States was his comment in 1885: ‘Yo esculpiría en pórsquo las estatuas de los hombres maraviliosos que fraguaron la Constitución de los Estados Unidos de América … y cada cierto número de años, establecería una semana de peregrinación nacional’ (XII, 405). Some five years later Martí expressed his profound displeasure with the direction being taken by political life in the United States, while showing his undying faith in the political judgment of Abraham Lincoln: ‘a vivir Lincoln hoy, no estaría con los que le sucedieron, ni con los demócratas híbridos e indecisos, sino con los que, preparando cosa mejor, oyen con alarma y asombro que un partido político, el partido de la mayoría, proclame … esta frase típica y terrible: “El país quiere resultados, y se cuide poco del modo con que se consigan”’ (XII, 405).Google Scholar
13 Writing in 1886, for instance, Marí analysed the basic characteristics of the ‘new’ American nation, concluding that a common trait of this entire society was ‘esta rudeza general de espíritu que aquí aflige tanto a las mentes expansivas y delicadas. Cada cual para sí. La fortuna como único objeto de la vida’ (x, 375).Google Scholar
14 Minutes of the International Monetary Commission (Washington, 1891), pp. 49–50.Google Scholar
15 Martí asked his readers to evaluate this move by the United States, while warning them of the many fundamental aspects of the U.S. national character that were very different from the Latin American equivalent. North Americans, he maintained, ‘creen en la necesidad, en el derecho bárbaro, como único derecho: “esto será nuestro, porque lo necesitamos”. Creen en Ia superioridad incontrastable de ‘la raza anglosajona contra la raza latina. Creen en la bajeza de la raza negra, que esciavizaron ayer y vejan hoy, y de la india que exterminan. Creen que los pueblos de Hispanomérica están formados, principalmente, de indios y negros. Mientras no sepan más de Hispanomérica los Estados unidos y la respeten más … ¿pueden los Estados Unidos convidar a Hispanoamérica a una unión sincera y útil para Hispanoamérica¿ ¿Conviene a Hispanoamérica la unión política y económica de los Estados Unidos¿’ (VI, 160).Google Scholar
16 From Apóstol to Revolutionary: The Changing Image of José Martí’, Paper presented at the 1977 meeting of the Society for Latin American Studies, York, April 1977.Google Scholar
17 In his defence speech, Fidel Castro also noted how he had not been allowed to read Martí's works while awaiting trial. ‘De igual modo se prohibió que llegaran a mis manos los libros de Martí; parece que la censura de la prisión los consideró demasiado subversivos. ¿O será porque yo dije que Martí era et autor intelectual del 26 de julio¿ Se impidió, además, que trajese a este juicio ninguna obra de consulta sob`re cualquier otra materia. No importa en absoluto! Traigo en el corazón las doctrinas del Maestro y en el pensamiento las nobles ideas de todos los hombres que han defendido la libertad de los pueblos’.Google ScholarCastro, Fidel, La hisroria me absolverá (La Habana, Instituto Cubano del Libro, 1973), p. 25.Google Scholar
18 En efecto, nuestro libertador pudo observar desde las “entrañas del monstruo”, no sólo su voracidad ilimitada sino los elementos que alimentaban sus depredaciones. Una tercera parte de la obra de Martí, y quizá la mejor, está destinada a ofrecernos in panorama exacto y sorprendente del “Norte revuelto y brutal que nos desprecia”.‘Google ScholarMarinello, Juan, ‘El pensamiento de Martí y nuestra revolución socialista’, Cuba Socialista, 2 (01, 1962), p. 19.Google Scholar
19 Retamar, Roberto Fernández, ‘Introducción a Martí’, José Martí: Cuba, Nuestra America, los Estados Unidos, ed Retamar, Fernández (México, Siglo Veintiuno Editores, 1973), p. xlii.Google Scholar
20 González, Manuel Pedro, José Martí: Epic Chronicler of the United States in the (Chapel Hill, University of North Carolina Press, 1953) p. 21.Google Scholar