El propósito de este estudio era investigar qué estrategias de tratamiento antihormonal se utilizan en las instituciones psiquiátricas forenses alemanas. Se preguntó a las clínicas forenses por el número de pacientes tratados. Cuatrocientos setenta y cuatro pacientes estaban internados por delitos sexuales; el 12% recibía CPA (n = 29) o agonistas de la luliberina (n = 29). Las diferencias en eficacia eran pequeñas. Varios efectos secundarios confirman la importancia de un protocolo para minimizar las complicaciones médicas.