2 - Proyecciones de la falta de amor en la novela española de postguerra

Summary

Del tema de la falta de amor, uno de los más característicos de la obra de Gabriel Miró, se ha encargado la crítica mironiana desde muy pronto.1 Miró no sólo entiende el amor en un sentido estricto, que une a dos personas (amantes) en una relación sentimental. Es un amor que abarca cualquier relación de afecto entre seres humanos, e incluso de estos para con la Naturaleza.

Los personajes positivos de Miró suelen ser amantes sin condiciones. Aman el mundo que les rodea pese a sus defectos, lo aman según es, como se desprende de las palabras de don Magín en Nuestro Padre San Daniel: ‘Conoce tú a tu pueblo y ámalo según sea’ (838). Por ejemplo, al final de El obispo leproso, Paulina:

después de una vida de sufrimiento bajo el dominio de los Galindo que la ha llevado al odio, es sin embargo capaz de salvar a la familia, de tratar amorosamente a su marido aunque reconociéndolo culpable, de actuar con generosidad hacia María Fulgencia, de compadecer a Elvira a pesar de su acto abominable. Paulina es un ser amante. Hubiera podido ser otra cosa, vivir otra vida, pero no ha querido, porque ella es según es, y cambiar equivaldría a renunciarse. Su generosidad, sentimental y romántica en la juventud, la mantiene firme en su madurez cuando ya acepta la vida como es.

Este amor sin condiciones se aplica a todos los niveles, incluidas las sensualidades de la Naturaleza y el cuerpo.