We extend Burt, Burzynska, and Opper's cross-sectional network prediction of relative success among Chinese entrepreneurs by predicting which ventures are still active five years later. The cross-sectional analysis is corroborated in three ways (despite the vicissitudes of a national anti-corruption campaign): (1) Businesses run in 2012 by CEOs with a network rich in structural holes are more likely to be active five years later, in 2017. (2) Survival odds are improved if the large, open network around a CEO in 2012 was initially a supportive ‘cocoon’ closed network when the business was founded. (3) Both results are contingent on capturing the guanxi ties valuable early in the history of the business. The two network effects disappear when the network around a CEO is limited to his or her currently valued contacts. Beyond corroboration, we find that advantage is concentrated in ventures that began well and had become successful. Network advantage here does not compensate for weakness – it is a mechanism for cumulative advantage, amplifying the success of businesses already doing well.

Aunque es evidente a partir de numerosos estudios que los pacientes con trastornos del estado de ánimo tienen por lo general un funcionamiento social deficiente y una red social débil, se sabe poco de los pacientes de trastorno afectivo estacional (TAE) acerca de estos aspectos. Estudiamos la situación social, la red social y el funcionamiento social de pacientes de TAE (n = 20) en comparación con pacientes emparejados con depresión mayor no estacional e intento de suicidio (IS) y con los hallazgos de otros estudios del trastorno depresivo mayor (TDM) y muestras comunitarias. La situación social y los antecedentes clínicos de los grupos tanto de TAE como de IS eran casi idénticos y las redes sociales eran igualmente desventajosas y más débiles que las observadas en algunas poblaciones comu-nitarias/sanas. Además, los datos sobre el funcionamiento global y la adaptación social del grupo de TAE eran completamente comparables a los de otros pacientes de TDM y significativamente peores que los de una muestra comunitaria. Así, los resultados indican un deterioro social considerable en el TAE.