Veintidós pacientes psiquiátricas ambulatorias con experiencias de malos tratos sexuales en la infancia tomaron parte en una terapia de grupo de dos años. Todas terminaron la terapia. Al final de ésta, sus síntomas psiquiátricos se habían reducido y su interacción social y su adaptación habían mejorado. Las pacientes evaluaron que las relaciones con sus hijos, compañeros y amigos eran mejores.