Los neurolépticos de baja potencia se han utilizado comúnmente como auxiliar en combinación con neurolépticos de alta potencia, que parecen superiores en la reducción de los síntomas positivos, como estrategia práctica para reducir la agitación en la esquizofrenia. Sin embargo, no hay datos de que dar más de un antipsicótico a la vez incremente los efectos terapéuticos. La polifarmacia antipsicótica se ha considerado más bien una práctica no probada y potencialmente perjudicial.