La región del río Candelaria se vio en varias
ocasiones afectada por los cambios climáticos. Los niveles
del río variaron en el transcurso de los siglos
significativamente y esto afectó a los chontales de Acalan
que vivieron a filo del agua para bien o para mal, ya que su
vida giraba alrededor de ella. Sus casas, campos de cultivo
y ciudades fueron afectadas por los niveles que alcanzó
el río. Las evidencias paleoecológicas conocidas
todavía son escasas y los comentarios que se hacen son
tentativos, sin embargo, por ser una región de ríos,
lagunas y pantanos se sabe que estuvo sometida a momentos
críticos y problemáticos, que de alguna manera
queda reflejada en la ocupación prehispánica de
la región.